Kuczynski se salvó por 8 votos de dejar la presidencia de Perú

Aunque no se concretó su anunciada salida de la presidencia, el mandatario peruano afronta su mandato con serias dudas de legitimidad.

Pedro Pablo Kuczynski describió el juicio en su contra en el Congreso como un golpe de Estado. Al frente, tiene una oposición fuerte de la bancada del fujimorismo. FOTO EFE

Cercado por acusaciones de mentir sobre su relación con Odebrecht, el presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, salvó ayer su cabeza por poco, al no prosperar el proceso de vacancia en su contra por incapacidad moral en el Congreso, aunque todos los pronósticos estaban en su contra.

Tras una sesión de más de 13 horas, el pedido de destitución solo obtuvo 79 votos a favor y fue rechazado, porque la ley indica que necesitaba del apoyo mínimo de 87 de los 130 legisladores.

En su defensa, escuchada en las primeras horas de la sesión celebrada ayer, el mandatario acusó un golpe de Estado por parte de un legislativo, controlado casi en su totalidad por sus opositores, encabezados por el fujimorismo.

“Soy un hombre honesto, jamás he recibido un soborno, una coima o una prebenda. Ni mi empresa ni yo hemos contratado con el Estado peruano. Jamás incurrí en conflicto de intereses”, argumentó.

Al mandatario de centro-derecha le cuestionan que durante su paso como ministro del hoy profugo presidente Alejandro Toledo (2001-2006), Odebrecht aportó un total de 782 mil dólares a Westfield Capital, empresa de su propiedad, por concepto de consultorías entre 2004 y 2007.

“Pido profundas disculpas y espero que el Parlamento entienda la magnitud del error que pretenden cometer (...), No está en juego mi permanencia en el cargo, está en juego la estabilidad democrática, no apoyen una vacancia sin sustento, porque el pueblo no olvida, ni perdona”, expresó el mandatario.

Sin embargo, los legisladores fueron implacables, al cuestionar la capacidad de confianza en un mandatario que ni siquiera pudo controlar su propia actividad privada.

A pesar de todo, el hecho de seguir con su investidura, tampoco implica un camino llano para lo que le queda de Gobierno. La falta de legitimidad de la que le acusa el Congreso, Kuczynski se suma a una baja en la popularidad, que a inicios de esta semana marcó un 18 %, la más baja de todo su mandato.

A su favor juega que el fujimorismo, encabezado por Keiko Fujimori, también tiene que andar con prudencia, pues enfrenta acusaciones por irregularidades en el financiamiento de su partido por parte de Odebrecht. El 28 de diciembre fue citada por la Fiscalía.

Miguel Jaramillo Luján, magíster en Gobierno y Políticas Públicas, dijo que en Perú la apatía es generalizada: “Hay un profundo rechazo hacia la política y los políticos, por los hechos de corrupción que se han vivido en los últimos años con Fujimori y que generaron otras dinámicas sociales que fueron las mismos que le dieron el enorme protagonismo que ostenta hoy el Congreso”.

millones de dólares en sobornos habría pagado Odebrecht por licitaciones en Perú entre 2004 y 2015.