Ante las cruciales horas que enfrenta su país y el futuro de los británicos, el primer ministro del Reino Unido, David Cameron, viajó ayer a Bruselas, con dos días de anticipación. El Parlamento Europeo vota mañana acerca de los pactos a los que ha llegado el país con la UE, sobre una reforma de sus vínculos para evitar el llamado “Brexit”, o la salida de la potencia del grupo.
Pero desde ayer se veía la incertidumbre que puede marcar este proceso, con distintos factores que amenazan con asegurar la separación definitiva entre Reino Unido y la Unión Europea.
Solo el alemán Martin Schulz, presidente del Parlamento Europeo e interlocutor directo de Cameron en la negociación, afirmó ayer que no garantizaba un resultado completamente positivo para los británicos.
“Trataremos de ser tan rápidos como sea posible y tan constructivos como podamos, pero claramente no puedo dar una garantía sobre el resultado del futuro proceso legislativo”, dijo.
“Para ser muy claro: ningún gobierno puede ir a un parlamento y decir ‘esta es nuestra propuesta, ¿nos puedes dar una garantía sobre el resultado?’, ya que esto en democracia no es posible”, agregó.
Tras reunirse a temprana hora con Cameron, Schulz intentó, en todo caso, tranquilizar a los sectores: “No obstante, es bastante comprensible que el primer ministro haya pedido al Parlamento Europeo que coopere de la manera más intensa posible y esta es la garantía que di al primer ministro, que haremos todo lo posible para encontrar un acuerdo justo”, añadió.
Claves de la votación
Desde Madrid y en diálogo con EL COLOMBIANO, Hamid Bellacene, docente de política internacional de la Universidad Complutense, enumeró las distintas dificultades que surgirán en la votación y en lo que resta del proceso.
“Los temas de la movilidad libre de europeos dentro del espacio Schengen, y el pago de subsidios a ciudadanos comunitarios, son los que más generarán resistencia en el Parlamento Europeo”, vaticinó.
“Lo que plantea Cameron sobre no pagar subsidios a trabajadores europeos, será complejo en la votación. Las naciones de Europa del Este harán todo lo posible para que esa normativa no se altere. Buscarán que sus ciudadanos sean tratados de igual forma así estén en Francia, Reino Unido, o cualquier otro país de la UE. También que puedan viajar con facilidad entre cualquier Estado del espacio Schengen y más si los británicos no forman parte del mismo”, explicó.
Por tanto expertos prevén que el Parlamento Europeo ceda en algunas de las exigencias de Reino Unido, pero considere otros temas innegociables, al ver que implementar reformas en dichos aspectos amenazarían la continuidad de la Unión Europea.
“Bruselas intenta que los británicos estén cómodos, pero no cederá respecto a asuntos que considera fundamentales. Así también creo que ve Merkel esta coyuntura. Como mandataria de la superpotencia europea, que lleva el peso de los problemas en el continente, será más firme de lo que todos esperan”, recalcó.
“Merkel va a defender los fundamentos del proyecto comunitario, porque con eso defiende a su propio país, a la economía alemana. No va a hacer, tal como Hollande en Francia, mucho ante Cameron. Como dije anteriormente, esperan que Reino Unido se sienta cómodo, pero tampoco cederán mucho, porque eso abriría paso a que de una sola UE se pase a 28 hechas a la medida de cada uno”, aseveró.
Complejo referendo
Aún si Estrasburgo y Bruselas acceden a la mayoría de las reformas, esto no garantiza todavía que los británicos no terminen saliendo de la Unión Europea.
Una vez se conozca mañana el resultado de la votación por el pleno del Parlamento Europeo, el pacto obtenido por Cameron irá a referendo, y será la ciudadanía la encargada de determinar si la negociación es suficiente para mermar su descontento.
Sobre esto, ha trascendido en las últimas semanas, y por encuestas como las de ORB, que 54 por ciento de los británicos dirían “sí” a la ruptura con el bloque continental. En ese sentido, la votación prevista para 2017 determinaría en cualquier caso el cisma.
“El clima es antieuropeo y recorre todo el país. No se conforman con cambiar a la UE”, concluyó Bellacene.
100
mil inmigrantes dejaría de recibir Reino Unido al año con el ‘Brexit’.
