El gobierno de Nicolás Maduro denunció un supuesto complot atribuido a sectores extremistas de la oposición, que buscaría instalar artefactos explosivos en la sede diplomática estadounidense en Caracas.
El jefe de los procesos de diálogo y paz de Venezuela, Jorge Rodríguez, informó que el régimen advirtió al Gobierno de Estados Unidos sobre una “grave amenaza” atribuida a “sectores extremistas de la derecha local”, quienes presuntamente intentarían colocar “explosivos letales” en la embajada estadounidense en Caracas.
“Por tres vías distintas hemos advertido al gobierno de EE. UU. de una grave amenaza, mediante una operación de falsa bandera preparada por sectores extremistas de la derecha local”, expresó Rodríguez en un mensaje publicado en sus redes sociales. Añadió que también notificaron a una embajada europea para que comunicara “la gravedad de esta información a personal diplomático de EE. UU.” y aseguró que el Gobierno ha reforzado las medidas de seguridad en torno a la sede diplomática.
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El anuncio se produce en un contexto de alta tensión entre Caracas y Washington, marcado por el despliegue de buques y tropas estadounidenses en aguas del mar Caribe con el objetivo de combatir el narcotráfico. Venezuela ha rechazado estas maniobras y las interpreta como una estrategia para “propiciar un cambio de régimen”.
En paralelo, el presidente estadounidense Donald Trump confirmó este domingo un nuevo ataque de sus fuerzas armadas contra una embarcación que se desplazaba en el Caribe y sugirió que las operaciones antinarcóticos podrían extenderse próximamente a territorio continental.
Por su parte, el mandatario venezolano Nicolás Maduro solicitó al papa León XIV —según informó el canciller Yván Gil— su “apoyo especial” para consolidar la paz del país, mientras el Ejército venezolano realizó el fin de semana ejercicios de defensa territorial.
De acuerdo con fuentes oficiales, Estados Unidos mantiene actualmente en el Caribe al menos ocho buques de guerra, un submarino de ataque rápido de propulsión nuclear y más de 4.500 soldados desplegados.
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