A pesar del éxito económico para sus creadores, el futurio de OnlyFans —la plataforma de contenido para adultos fundada en 2016— hoy es incierto. A pesar de que ha generado ingresos multimillonarios y ha transformado la industria del entretenimiento sexual digital, su historia está marcada por controversias y desafíos que han influido en su evolución y percepción en los países donde ha llegado.
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Vale recordar que su creación se remonta a un préstamo de 10.000 dólares que Tim Stokely, su fundador, solicitó a su papá para desarrollar una plataforma que facilitara la interacción directa entre creadores y seguidores. Primero, su enfoque estaba en artistas y músicos. Pero, con el tiempo, la aplicación se inclinó hacia contenidos sexuales, lo que generó cuestionamientos sobre su modelo de negocio en el que las mujeres son protagonistas.
En 2021, la empresa fue adquirida por Leonid Radvinsky, un empresario de origen ucraniano-estadounidense, quien compró el 75 % de las acciones. Bajo su dirección, OnlyFans experimentó un crecimiento significativo al mismo tiempo que enfrentaba desafíos relacionados con la regulación y la percepción pública del contenido que comercializaba.
A pesar de su éxito financiero, la plataforma ha sido criticada por su impacto en mujeres jóvenes. Estudios señalan que la plataforma puede contribuir a la sexualización y a una falsa sensación de empoderamiento femenino, especialmente entre universitarias que se exponen en línea. Además, se ha reportado la participación de menores de edad: un hecho que generó en varios países preocupaciones sobre la seguridad y la ética del modelo de negocio.
OnlyFans ha pagado más de 20.000 millones de dólares a sus creadores desde su fundación. La empresa obtiene ingresos principalmente a través de suscripciones y microtransacciones, permitiendo a los usuarios acceder a contenido de tipo sexual y explícito exclusivo y personalizado. No obstante, ha sido cuestionado por su sostenibilidad y las implicaciones éticas de monetizar contenidos de naturaleza sexual.
Así las cosas, a pesar de su rentabilidad, la plataforma ha enfrentado dificultades para encontrar compradores interesados en adquirir la empresa, según una investigación publicada por New York Post. Las razones que expuso la publicación incluyen la controversia en torno a su contenido, los desafíos regulatorios y la percepción pública negativa asociada con la industria del entretenimiento adulto.
Según reveló el medio de comunicación, el modelo de negocio es la principal dificultad para encontrar una persona que esté dispuesta a comprar la compañía. Una fuente consultada para la investigación señaló que la están tratando de vender “no como una empresa de contenido para adultos, sino como una plataforma social que permite contenido para adultos”, pero que “la mayoría de la gente ahora mismo ve a OnlyFans como una empresa” de ese tipo de asuntos.
La situación de esta plataforma y su futuro en el mercado refleja la tensión que existe entre la innovación tecnológica y las preocupaciones éticas, que pasan por el hecho de que la plataforma ha brindado oportunidades económicas a personas creadoras de contenido, pero plantea interrogantes sobre la explotación sexual, la privacidad y el bienestar de quienes se exponen allí.
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