Sin que se sepa todavía si el presidente estadounidense, Donald Trump, ya se recuperó del coronavirus, hizo su primera aparición en un acto público ante un grupo de personas en la Casa Blanca.
“Me siento muy bien”, afirmó el gobernante en su discurso desde el balcón de la residencia presidencial, mientras los asistentes, en su mayoría jóvenes con camiseta azules y gorras rojas, lo aplaudían y coreaban “cuatro años más”.
Aunque algunos asistentes al evento usaban mascarillas, no hubo respeto por las medidas de distanciamiento social.
Trump, que apareció luciendo una máscara quirúrgica que luego se retiró y con el puño en blanco, encabezó un evento que bautizó La ley y el orden.
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En su intervención, de poco más de quince minutos, aseguró que el encuentro fue convocado en “apoyo a los increíbles hombres y mujeres de las fuerzas del orden”, pero que también lo dedicó a la comunidad afroamericana e hispana.
“Quiero agradecerles a todos por sus oraciones”, afirmó el mandatario, de cuya condición no se ha informado este sábado.
Este es el primer evento público de Trump desde que anunció hace una semana que dio positivo por covid-19 junto a su esposa, Melania.
“Estamos empezando muy en grande con nuestros mitines”, agregó emocionado, y declaró que no puede permitir que Estados Unidos “se convierta en socialista”.
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Aunque el presidente asegura encontrarse bien y estar recuperado ya de la enfermedad, los médicos no tienen claro que Trump ya no sea contagioso.
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, en inglés) consideran que un paciente puede volver a rodearse de gente diez días después de haber mostrado síntomas por primera vez, un punto al que Trump llegaría este domingo si, como asegura la Casa Blanca, empezó a encontrarse mal el 1 de octubre.
Trump ha tratado de minimizar su diagnóstico desde que regresó a la Casa Blanca del hospital el pasado lunes, al describir su contagio como una “bendición de Dios” y pedir a los estadounidenses que no tengan “miedo” a una pandemia que ya ha matado a más de 210.000 personas en Estados Unidos.