Nicolás Maduro y Diosdado Cabello serían las cabezas que controlan el Cartel de los Soles, una compleja red criminal que se aprovecha de la corrupción estatal y de los militares comprados para el régimen para distribuir drogas hacia Europa y Estados Unidos. En la ya compleja ecuación se suman las aparentes alianzas de esa dictadura con grupos armados ilegales colombianos como el ELN.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros de Estados Unidos, el pasado 25 de julio, anunció sanciones contra el denominado Cartel de los Soles y afirmó que esa red ilegal tendría tejidas alianzas con el Tren de Aragua y el Cartel de Sinaloa. Las sanciones son de tipo económico y fueron impuestas a Nicolás Maduro y otros altos funcionarios del régimen venezolano.
Lea más: Petro niega que exista el cartel de los soles mientras que Venezuela y Estados Unidos dan movidas impredecibles
En la práctica, las sanciones económicas son poco efectivas. Varios de los perseguidos ya tenían bloqueado su acceso al sistema financiero norteamericano. Ahora, Estados Unidos desplegó su poderío militar en el Caribe para tratar de interceptar los narcóticos que son enviados desde América del Sur y desató un nuevo panorama de tensiones con Venezuela.
De acuerdo con InSight Crime, portal especializado en crimen organizado, el Cartel de los Soles se asemeja a una red de corrupción en el que políticos y militares se benefician de los acuerdos con narcotraficantes.
“Si bien los funcionarios no participan directamente en los envíos de droga, en algunos casos se han utilizado vehículos militares para transportar cargamentos. Regularmente, estos funcionarios han usado su rol institucional para proteger a los traficantes de posibles arrestos y asegurar el paso de cargamentos por determinados territorios”, apuntó el portal.
Entérese: Así opera el cartel de los Soles que al parecer dirige Nicolás Maduro, la causa de la militarización extranjera del mar Caribe
Maduro, para mantener fiel a sus militares y evitar que se levanten en su contra, permitiría que sus hombres estén inmiscuidos en la compleja red. La remoción de funcionarios no tendría ningún efecto sobre el funcionamiento del cartel.
En la ecuación también entran las guerrillas colombianas. El ELN tiene presencia probada en los estados venezolanos de Zulia, Táchira, Apure y Amazonas. EL COLOMBIANO ya contó que algunos funcionarios venezolanos les han entregado control de algunas minas de oro artesanal a esos ilegales.
Lea más: Así es la relación del Tren de Aragua con el régimen de Venezuela, ¿podría convertirse en el brazo armado internacional de Maduro?
Las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas funcionarían como una especie de proveedor de armas y logística al ELN quienes, a su vez, garantizan el control poblacional y de los cultivos ilícitos.
“Venezuela se ha convertido en un estado narco-terrorista que sigue colaborando con las Farc y el ELN para enviar cantidades récord de cocaína desde Venezuela y Colombia hacia los carteles mexicanos, que continúan ingresando a Estados Unidos en volúmenes sin precedentes”, había dicho el director de la DEA, Terry Cole.
El origen del Cartel de los Soles
El origen del cartel data de 1999, para entonces Hugo Chávez era quien estaba en la presidencia de Venezuela. Su nombre viene de las insignias que portan los altos mando militares en sus uniformes.
A mediados de los 2000, varios miembros de la Guardia Nacional empezaron a ingresar en el mundo del tráfico de drogas. Las células de las fuerzas de seguridad ingresaron al negocio de comprar, almacenar y distribuir cocaína: dejaron atrás el negocio de cobrar extorsión a los narcos para dejarlos operar.
Amplíe la noticia: Director de la DEA acusó a Maduro de colaborar con el ELN y las disidencias para enviar “cantidades récord de cocaína” a EE. UU.
Una teoría es que los narcos empezaron a pagar sobornos con drogas en vez de efectivo, lo que obligó a los militares corruptos a abrirse paso en el mercado ilícito y a buscar sus propios clientes.
En 2004, la Oficina de la Casa Blanca para la Política Nacional de Control de Drogas señaló que desde Venezuela salieron 50 toneladas de cocaína. Para 2007, ese número subió a 250 toneladas.
Para 2008, el Departamento del Tesoro señaló al exjefe de inteligencia de Venezuela, Hugo Carvajal, de cooperar con la guerrilla de las Farc y de asistirlos en sus labores de narcotráfico. El hombre después de capturado en Aruba por pedido de Estados Unidos, pero fue liberado por mediación del gobierno holandés.
Así funcionaría la red criminal
Después del Acuerdo de Paz, las alianzas del Cartel de los Soles tuvieron que reconfigurarse. Las Farc salieron del tablero. Ahora el principal aliado sería el ELN.
“Ellos han logrado, con la connivencia del gobierno venezolano, desarrollar unas economías muy prósperas en términos de ganadería, acumulación de tierras, extorsión, y están incursionando por ejemplo hacia el arco minero venezolano”, le explicó Jorge Mantilla, consultor en temas de seguridad, crimen y conflicto a este diario.
Lea también: Trump ordena al ejército de EE. UU. combatir los cárteles latinoamericanos, ¿irá contra organizaciones colombianas?
No en vano, el ELN desató una crisis sin precedentes al enfrentarse por el control del Catatumbo (Norte de Santander) con los disidentes del Frente 33 de las Farc. Esos hechos provocaron el desplazamiento forzado de 64.000 personas.
Es que el control del Catatumbo, le permite a esa guerrilla transitar cómodamente entre los dos países y asegurar en Venezuela el espacio para descansar, reequipar y reabastecer a sus hombres.
También queda sobre la mesa el hecho de que el ELN puede fungir como barrera de contención frente a cualquier incursión armada de un país extranjero en Venezuela, uno de los temores más grandes de Maduro.
Siga leyendo: Grupos armados se siguen expandiendo en Colombia: ya suman 22.000 hombres en 29 departamentos
Con el control del ELN, la mercancía es enviada a través de trochas y avionetas que aterrizan en los estados venezolanos de Apure y Amazonas. Una vez en territorio venezolano, los narcóticos salen por el mar Caribe a puntos de acopio en Centro América para después ser distribuido a Estados Unidos y Europa.
De acuerdo con la DEA, el 30% de la cocaína que circula por el Caribe sale de las costas y terminales aéreos de Venezuela.