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Sin dividir, Macri asume en Argentina
A pesar de la polarización que dejó el kirchnerismo, impera la calma ciudadana en el país el día del relevo.
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Macri prometió en campaña “gobernar para todos”, y ya nombró a líderes de distintos sectores, incluso rivales, en puestos de su gobierno. FOTO AFP
10 de diciembre de 2015
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Hoy desde las 12:00 a.m. se acabaron los 12 años del kirchnerismo en Argentina. La jueza federal María Servini de Cubría dictaminó ayer que se considera a Macri presidente desde el inicio del 10 de diciembre, tras admitir la medida cautelar solicitada en esa vía por el político de centroderecha en días pasados, ante la aparente resistencia de Cristina Fernández de Kirchner para permitir el relevo.
La Presidencia kirchnerista terminó, por tanto a las 23:59 p.m. de ayer. Pero el traspaso de poderes se vio, desde hace semanas, como un asunto problemático.
El insólito conflicto abierto en Argentina por la ceremonia de investidura de Mauricio Macri se zanjó ayer con la decisión de la presidenta saliente, Cristina Fernández, de no asistir hoy a la toma de posesión de su sucesor.
“No hay condiciones para que la presidenta concurra al Congreso”, dijo a la prensa Oscar Parrilli, uno de los líderes más próximos a Fernández, durante las reuniones con representantes de Macri para tratar de llegar a un acuerdo sobre la ceremonia de traspaso. “Entre esto y un golpe de Estado es muy poca la diferencia”, agregó.
Sainete político
Dicha polémica ha empañado la coyuntura política por la que transita el país actualmente. El asunto se había agudizado por la decisión de Fernández de organizar el relevo de poderes en el Congreso, cuando su sucesor pretendía asumir los atributos de mando en la Casa Rosada.
Más aún, el kirchnerismo llevó la polémica a Twitter al apropiarse de la cuenta oficial de la sede de gobierno (@CasaRosadaAR). Esta cambió su descripción a “Presidencias Néstor Kirchner y Cristina Kirchner” y se declaró no oficial.
Expertos coinciden en el hecho de que la ciudadanía percibe lo que está aconteciendo como un sainete o drama que en nada representa el estado de la sociedad argentina actualmente. Esto es, lo que ocurre en nada obedece al clima que se vive en el país, mucho más calmado, ni a una polarización acentuada.
“Es una tensión de cúpulas políticas que no afecta ni se traslada al sentimiento popular. Por supuesto que hay gente que está feliz por un cambio y otra gente lo contrario. Pero de ahí no hay ningún enfrentamiento o tensión. Las diferencias se están expresando en completa tranquilidad”, dijo a EL COLOMBIANO Marcelo Falak, jefe del área internacional del diario Ámbito Financiero.
Julio Burdman, director del Observatorio Electoral (OE) y docente de la Escuela de Defensa Nacional (Edena), coincidió: “Es una pelea difícil de comprender y que tiene bastante revuelto al mundo político, pero que no traslada tensiones a las calles y a la sociedad. La gente está percibiendo esa coyuntura como algo absurdo antes que preocupante”.
Marchas y gobernabilidad
Hoy, día en que Macri toma posesión de la Presidencia, están previstas distintas marchas a favor y en contra del giro político que toma el país. No obstante, serán pacíficas y “no saldrán de lo normal, de la calma que hay en las calles”, según sostienen ambos expertos.
Entretanto, Macri busca en el primer día de su mandato seguir consolidando y construyendo gobernabilidad, y para esto pretende dar cabida en el gobierno a todos, tal como prometió. “Está convocando a dirigentes de otros partidos sin aliarse con sus ideas. Por ejemplo, nombró embajador en E.U. a Martín Lousteau, quien fue su rival en la ciudad de Buenos Aires. Su estrategia es cooptar a dirigentes de distintos sectores para reforzar su base de gobierno”, dijo Burdman.
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