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Sin respuestas ante el alardeo nuclear de Corea del Norte
Un nuevo desafío de la dictadura norcoreana generó condena internacional, pero no habrá cambios reales.
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FOTO AFP
10 de septiembre de 2016
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El paranoico, amenazante, violento y hasta infantil régimen de Kim Jong-un sigue jactándose de sus bombas atómicas, al punto que ayer lanzó una más de su ya extensa lista. El rechazo internacional fue inmediato y generalizado, ¿pero hasta qué punto se verán verdaderas consecuencias y cuándo se dejará de permitir que esto siga ocurriendo?
A las 8 a.m. hora local, los norcoreanos efectuaron su quinta prueba nuclear, causando un temblor de magnitud 5,3 detectado por el servicio sismológico surcoreano. Hubo horas de incertidumbre, dado que a pesar de que se había registrado el evento y su ubicación, no se tenía la habitual ostentación por parte de la maquinaria mediática estatal de Pyongyang.
No obstante, el vecino del sur difundía con toda seguridad la noticia en el mundo. “Evaluamos que Corea del Norte ha llevado a cabo su mayor ensayo nuclear hasta el momento, ya que habría alcanzado los 10 kilotones, según nuestras primeras estimaciones”, indicó a Efe un portavoz del Ministerio de Defensa surcoreano.
Respuesta global
Una oleada de condena internacional —casi absoluta—, empezó a darse de inmediato, con gobiernos de todas las regiones del mundo expresando rechazo ante lo ocurrido.
“Brasil ve inaceptable que arsenales atómicos continúen desempeñando un papel importante en doctrinas militares”, afirmó la Cancillería de dicho país en un comunicado.
“Esta actividad es contraria a las normas internacionales y a las decisiones del Consejo de Seguridad de la ONU”, señaló el gobierno israelí en un texto difundido por Exteriores.
“Nosotros estamos muy preocupados por la realización de esta prueba. Vamos a dar un mensaje adecuado y muy fuerte a este respecto”, dijo el ministro de Exteriores de Rusia, Sergéi Lavrov, a periodistas en Ginebra, Suiza.
Incluso el que fuera en décadas anteriores protector de la dictadura dinástica de los Kim, China, reiteró que cada vez se aleja más de su accionar, así esto no sea suficiente.
“La firme posición de China es lograr la desnuclearización de la península norcoreana, prevenir la proliferación nuclear y mantener la paz y la estabilidad del noreste de Asia”, afirmó el Ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado.
Sobre horas de la tarde, y ante este consenso de la comunidad internacional para condenar una nueva amenaza norcoreana, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reunía en Nueva York para determinar la vía a seguir.
“Esta es una violación y queremos hablar con nuestros colegas del Consejo sobre qué medidas precisas deberían adoptarse”, dijo el embajador británico ante el ente, Matthew Rycroft, en una rueda de prensa en la que también advirtió que considerarían un refuerzo a las sanciones económicas que pesan sobre Corea del Norte.
¿Pero por qué estas no logran disuadir, tras casi 10 años de pruebas atómicas, al régimen norcoreano? ¿Por qué no hay cambios? Para Germán Sahid, docente de la Facultad de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario, “tener armas nucleares hace inmune a este país frente a cualquier presión que pueda haber en la comunidad internacional. Eso le da una autonomía en el mundo que le permite actuar de esta forma y sin mucho problema. Por otra parte, Corea del Norte es un régimen autocrático que prácticamente no comercia con el mundo, por lo que las sanciones internacionales no hacen tanto efecto”.
Por otra parte, Sahid considera que “China no se despega totalmente de su vecino comunista porque le conviene mantener cierto equilibrio en la región frente a los intereses de Japón, Corea del Sur y Estados Unidos”. Hasta que esto no ocurra, tal vez no habrá forma de que el régimen norcoreano deje de amenazar con bombas nucleares.
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