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La viruela del mono ya llegó a Medellín y tiene a los paisas prevenidos sobre si existe la posibilidad de una nueva cuarentena, como ocurrió con la covid-19, pero ¿es viable?
El mal sabor de boca y los traumas que dejó el coronavirus reviven como una alarma cada vez que se menciona algo como “nuevo virus”, “epidemia”, “casos aislados”. Pues bien, todo eso vuelve a confluir en la viruela del mono.
Lo cierto es que es que para contagiarse con ella se necesita un contacto estrecho. Se necesita contacto por saliva, gotas respiratorias por un tiempo constante y prolongado. Para contagiarse con la viruela del mono se necesita, por ejemplo, contacto a través de relaciones sexuales.
Es decir que, a diferencia del covid, la viruela del mono no es altamente contagiosa y, por lo tal, no revela altas probabilidades que desencadenen en una cuarentena como hace dos años. Mientras con la covid bastaba con un saludo de manos o hasta un beso en la mejilla, mientas que con la viruela se necesita un contacto más cercano.
Eso por un lado, ahora, la covid, por lo menos antes de la vacuna, era una enfermedad considerada letal. Y por eso las evocaciones de UCI colapsadas. La viruela del mono es una viruela que se incuba en el organismo, lo abandona en cuestión de 2 o 3 semanas, y dentro de todo se considera una enfermedad leve.
Una persona con viruela del mono padecerá ronchas en la cara, en las manos o en los pies. Sentirá lo que las demás viruelas: fiebre, dolor de cabeza, de articulaciones, de muslos, fatiga. Lo más probable, desde que la conocemos por las ardillas de África y hasta hoy, es que no nos mande a la UCI.