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Según el más reciente reporte del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) el Índice de Precios al Consumidor (IPC) observó una variación de 0,59 % en abril, cifra superior a la esperada por los analistas de mercado que apostaron por un 0,3 %.
El dato estuvo impulsado en gran parte por el sector de alimentos y servicios (2,09 %) y en menor medida por el sector de educación (0,86 %).
Entre tanto, tuvieron variaciones negativas los rubros de asociados a prendas de vestir y calzado (-0,37 %) y particularmente las telecomunicaciones (-1,13 %), frente a lo que los analistas económicos de Corficolombiana explicaron que hay que tener en cuenta el ingreso de un nuevo proveedor de servicios móviles que generó una caída de las tarifas.
En ese contexto, María Paula Castañeda, economista de BBVA Research, explicó que en abril se destacó el incremento en los precios de algunos tubérculos, las carnes, especialmente la de res y las hortalizas frescas, que observaron una oferta reducida por una mayor exportación del producto en el caso de los bovinos y por las condiciones climáticas adversas debido a la ola invernal.
“Por su parte, el grupo de educación sorprendió al alza con una variación atípica, pues en este mes usualmente no se mide este componente. Este cambio obedece a modificaciones en las fechas de facturación que han tenido que realizar las instituciones de educación superior debido a la contingencia generada por la pandemia”, anotó Castañeda.
A su turno, Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, mencionó que también los arriendos y la vivienda subieron un poco, estos aportaron 0,5 puntos porcentuales a la inflación de este mes, normalizándose con respecto a una inflación normal de alimentos, mientras que el año pasado y por la pandemia esta inflación fue negativa.
Adicionalmente, los datos del Dane mostraron que la inflación anualizada se ubicó en un 1,95 % y el registro para los cuatro primeros meses de este año fue 2,16 %.
Los analistas del Banco Itaú indicaron que tras cuatro meses de moderación y baja base de comparación (frente a los mismos meses de 2020), la inflación anual tuvo un aumentó hasta el 1,95 % desde el 1,51 % de marzo, arrastrada por el incremento del 4,21 % de los bienes duraderos, que incluyen un importante componente comercial. Además, la inflación de los servicios pasó al 1,46 % desde el 1,10 % de marzo.
“En general, a medida que la recuperación de la actividad se consolide durante el año y los subsidios expiren, se espera que la inflación converja gradualmente hacia el objetivo del 3 %”, mencionaron los expertos de Itaú, quienes advirtieron que la evolución de la moneda (alza del dólar), unida a las recientes manifestaciones sociales que afectan al suministro de alimentos, constituye un riesgo al alza para la inflación.
En la misma línea, se manifestó Castañeda quien previó que en los próximos meses veremos la inflación retornando hacia niveles cercanos al 3 % impulsada por una por una recuperación gradual de la demanda, y los recortes en precios que se dieron hace un año por el inicio de la pandemia y, también, por un comportamiento alcista de los alimentos, que hay que seguir muy de cerca, pues podría verse amplificado por las recientes jornadas de cierres viales y protestas en el país (ver Radiografía).
“La devaluación del tipo de cambio y su transmisión a los precios será un factor determinante en el análisis de riesgos alcistas sobre la inflación en los próximos meses. Con esto, al cierre del año veríamos la inflación ubicarse muy cerca de la meta del Banco de la República, o sea alrededor del 2,9 %”, enfatizó la analista.
Para Olarte por efecto de una menor base estadística del año pasado, es decir que para el año pasado la inflación fue muy baja para los meses en los que estuvimos confinados de manera estricta, seguramente la inflación va a tocar el 3 % para junio de este año