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El proyecto para que Colombia y el Reino Unido hagan realidad un nuevo acuerdo comercial luego de la salida de ese territorio de la Unión Europea, sigue dando pasos para su total implementación.
Esto, en tanto que el proyecto de ley del acuerdo pasó en segundo debate en la plenaria del Senado de la República y ahora entrará, en la siguiente legislatura, al trámite en la Cámara de Representantes, según reportó el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo (ver Informe).
¿Pero qué gana Colombia en caso de que se selle este pacto? Estimular más las ventas externas con destino a ese territorio.
Esto, si se tiene en cuenta que según las cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), durante el año pasado las exportaciones hacia ese destino sumaron 470,4 millones de dólares y representaron cerca del 10 % de lo que el país le vendió en total a la Unión Europea.
Además, según destaca el Mincomercio “en los cuatro primeros meses de este año, las ventas a ese mercado totalizaron 146,2 millones de dólares, de los cuales 102,7 millones fueron productos no minero energéticas”.
La cartera comercial explicó que el principal sector de ventas a ese destino es el agrícola, “dentro del cual están productos como banano, flores, café y frutas, dentro de estas, el aguacate hass”.
Según José Manuel Restrepo, ministro de Comercio “este acuerdo prevé que las preferencias arancelarias actuales para productos tanto agrícolas como industriales se continúen aplicando tal como se acordó bajo el TLC con el bloque europeo”.
¿Y qué tanta plata viene del Reino Unido al país? Las cuentas del Ministerio indican que la inversión en Colombia llegó a los 1.099 millones de dólares en 2019 con lo cual representó “el 7,6 % de los capitales foráneos que arribaron el año pasado a territorio nacional”.
Desde la perspectiva de Luis Fernando Ramírez, investigador económico de la Universidad Sergio Arboleda, el país aún sigue en mora de diversificar su canasta exportadora por lo que este tipo de tratados deben privilegiar la venta de productos como los agrícolas y las manufacturas.
En este mismo sentido, Carlos Ronderos, exministro de Comercio Exterior, dijo que en los acuerdos comerciales se debe dar prioridad principalmente a la industria de los alimentos en la que el país tiene potencial y puede convertirse en un punto de abastecimiento para otros territorios, aún más, teniendo en cuenta la actual coyuntura.
Al hacer un análisis de cómo le ha ido a la industria externa colombiana, las cifras del Dane no son alentadoras. A corte abril, los despachos cayeron 20,8 %, hasta los 10.653,6 millones de dólares, empujados por los bajos precios del petróleo. Por ello, el sector busca revivir .