¿Qué es la Ruta de la Seda y por qué Colombia le apuesta?
“La idea viene de China, pero es una plataforma abierta para la participación de todos. Cuáles son los proyectos de cooperación, se han definido y se van a definir siempre entre todos los países participantes en bien de igualdad”, recalcó Zhu.
El gobierno del presidente Gustavo Petro firmó un documento conjunto con el presidente chino, Xi Jinping, que traza las líneas maestras de lo que podría ser esta futura alianza: proyectos de cooperación en ciencia, innovación, energía, comercio, conectividad y desarrollo industrial, entre otros.
Lo interesante es que, según se lee en el texto, este memorando no tiene obligaciones jurídicas bajo el derecho internacional, por lo cual se trata de una hoja de ruta más que de un tratado amarrado.
China quiere aumentar su inversión en Colombia
Uno de los anuncios más concretos del embajador chino es que si Colombia decide unirse formalmente a la Ruta de la Seda, el flujo de inversiones desde Asia crecerá de forma sostenida.
“China va a aumentar las apuestas y las inversiones. Poner en juego nuestras ventajas de capital y tecnología para crear nuevos empleos”, dijo Zhu.
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Con esto, el país asiático no solo busca acercarse más a América Latina, sino también mostrar músculo financiero frente al tradicional liderazgo de Estados Unidos en la región.
La Iniciativa de la Franja y la Ruta —como la llama Pekín— ha sido la punta de lanza de su diplomacia global en infraestructura, energía, transporte, conectividad y comercio.
Comercio: así están las cifras entre Colombia, China y Estados Unidos
Las estadísticas muestran una realidad ineludible. Colombia sigue teniendo a Estados Unidos como su principal socio comercial, pero China ha escalado posiciones rápidamente.
Según datos recientes, las exportaciones hacia Estados Unidos superan los US$14.300 millones anuales. Mientras que las exportaciones hacia China rondan los US$2.500 millones.
Por su parte, las importaciones desde Estados Unidos se ubican en US$16.464 millones. Y las importaciones desde China están en US$15.936 millones.
Es decir, China ya está casi codo a codo con EE. UU. como segundo proveedor de bienes para Colombia, pero todavía le falta mucho terreno como destino de exportación.
Esta podría ser una de las razones detrás de la jugada estratégica del gobierno colombiano: abrir nuevos mercados y dejar de depender tanto de uno solo.
“El acuerdo es una señal positiva para el futuro de Colombia, así pueden aumentar el mercado exterior y reducir su dependencia de un solo mercado tradicional”, señaló el embajador.
¿Y ahora qué sigue?
La firma del memorando es solo un primer paso. El embajador Zhu aclaró que nada será inmediato: “No será un cambio radical de la noche a la mañana, se va a seguir el procesamiento con China y también depende de la necesidad propia de Colombia”.
Eso sí, en la entrevista con W Radio, Zhu fue enfático en que este es un mensaje claro de que Colombia quiere dialogar con el mundo entero y comenzar una nueva etapa en su política exterior.
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El reto está en definir los proyectos concretos, en especial en sectores clave como infraestructura, energía, ciencia y tecnología.
Según la embajada, la Ruta de la Seda no es una autopista única: es una red de caminos, acuerdos y obras que deben negociarse uno a uno. Y aunque no se firman compromisos jurídicos desde el principio, los impactos económicos, políticos y diplomáticos sí serán de largo alcance.