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Metales, cementos, productos de la industria química, textiles y manufacturas podrían ser algunos de los productos que se podrían beneficiar de la reconfiguración del comercio internacional que ya se venía dando por la tensión comercial entre EE.UU. y China, y que se aceleró con la pandemia de covid-19.
Según el estudio, el comercio entre las dos grandes potencias puede migrar hacia cadenas regionales de valor.
Colombia cuenta con 108 partidas arancelarias con las que puede incrementar la participación de sus exportaciones hacia Estados Unidos, aseguró la directora ejecutiva de la Cámara de Comercio Colombo Americana, AmCham Colombia, María Claudia Lacouture, durante la presentación del estudio “Cadenas regionales de valor para mayor inserción de Colombia en comercio internacional”, elaborado por la organización.
“Haciendo un análisis encontramos 705 productos donde Colombia tiene una canasta igual a la de China, que está siendo exportada a Estados Unidos, pero cuando vemos las posibilidades de Colombia con una ventaja comparativa revelada, encontramos que de 705 se disminuye a 108 oportunidades reales, principalmente en productos de la industria química; del reino vegetal; metales comunes y herramientas; piedras, cementos, cerámicos y vidrio; así como materiales textiles y sus manufacturas”, explicó Lacouture.
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Parte de esa ventaja comparativa está muy enfocada en aquellas partidas que tienen un nivel de tecnología medio y son bienes intermedios para la producción de bienes finales de Estados Unidos, y sobre los cuales ese país busca proveedores. “Definitivamente, en esta nueva era del comercio internacional los bienes intermedios son los principales protagonistas tanto para Colombia como muchos otros países, y es ahí donde tenemos que ser proactivos y rápidos para lograr atraer esa proveeduría y tener oportunidades”, indicó.
Lacouture destacó que, en muchos de esos productos y sus respectivas subpartidas, Colombia ya está presentando un crecimiento, como es el caso del sector agrícola y, particularmente, en los productos del reino vegetal, entre estos la piña, demás frutas frescas, hojas, harinas, materias vegetales, entre otros; ya que, “en lo corrido de este año, las exportaciones colombianas en estos sectores han crecido alrededor de un 14% y 22%, lo que demuestra que, efectivamente, hay una ventaja comparativa y una participación importante que puede sustituir una parte de las exportaciones que hacía China de esos productos intermedios o materias primas”, resaltó.
Aproximadamente el 50% de las importaciones y exportaciones brutas totales de Estados Unidos consisten en bienes intermedios. Así, dentro de los sectores en los que Colombia puede atraer inversión extranjera se encuentran la industria farmacéutica, manufacturas e insumos para calzado, industria automotriz, y la industria de alimentos y bebidas.
Otro de los sectores con potenciales oportunidades es el de textiles y manufacturas, por lo cual, AmCham Colombia está trabajando para lograr materializarlas a través de la Alianza del Pacífico, teniendo en cuenta que, actualmente, Estados Unidos está buscando proveeduría con nuevas opciones que le permitan mantener inventarios, y que le ofrezcan cercanía y respuesta rápida.
Aparte de Asia, México es otro competidor importante para la atracción de inversión extranjera directa originalmente destinada también a China, debido a su similitud con la canasta de exportación de ese país, su cercanía geográfica y el renovado acuerdo comercial en el que también participa Canadá.
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Ante este panorama, se abre la oportunidad de establecer una cadena regional de valor con los países de la Alianza del Pacífico con el fin de retomar la posibilidad del beneficio de la acumulación de origen que tenía Colombia previo a la negociación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. “La Alianza del Pacífico es un ejemplo de cómo también se puede incrementar la materia prima de
Estados Unidos, de manera que sea llevada a Perú para que allí la transformen; luego, siga a Colombia, donde le podemos dar un valor agregado y, posteriormente, sea reexportada a EE. UU.”, indicó Lacouture.
Para eso, se necesita la acumulación de origen, que en este momento ninguno de los países tiene, pero sí abre una oportunidad para generar productos con el sello “Hecho en América”, por lo que, uno de los grandes ganadores que se podría dar, si se llega a avanzar en este proceso, es justamente el sector de textiles y confecciones.
Con ese fin, la Cámara está proponiendo, a través de la Alianza del Pacífico, la posibilidad de generar una propuesta a Estados Unidos para generar esa acumulación de origen. Además, ya ha sabido de varias empresas mexicanas que están buscando oportunidades de complementación de riesgo con países de la Alianza para poder llegar al mercado estadounidense sin romper esa cadena de valor y sin dejar de proveerle a sus clientes.
“Actualmente, estamos trabajando en conjunto con el Consejo Empresarial de la Alianza del Pacífico en Colombia y la Embajada de Estados Unidos, a quienes ya les fue presentada esta propuesta, dado que hay un interés en mirar su viabilidad, pero es un trabajo en el mediano plazo, teniendo en cuenta también que este tipo de propuestas están en stand by en EE.UU., esperando a los resultados de las elecciones en noviembre”, afirmó la directiva de AmCham.