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Desbalance fiscal iría a la baja, pero aún preocupa
Tras el 8,6% del PIB en que terminaría este año bajaría a 7,7% para 2022, pero expertos sostienen que el problema es grave.
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Durante la segunda jornada de la Convención Bancaria, políticos y analistas se reunieron para hablar sobre el panorama actual del país y las tareas que le quedan al Gobierno. FOTO asobancaria
05 de noviembre de 2021
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En el segundo día de la Convención de la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria) se dieron cita algunos políticos y analistas para hablar sobre el panorama del país y las tareas pendientes, entre las que destacaron la incertidumbre que genera las próximas elecciones y la preocupación por el déficit fiscal.
Así, en el panel sobre la agenda económica del último año del gobierno del presidente Iván Duque, el ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, destacó los avances del país a pesar de la pandemia y señaló que se debe trabajar más en lograr un crecimiento con sentido social.
“El primer desafío es en la reactivación. Estamos retomando los niveles de la prepandemia. Las expectativas del sector comercio e industria son positivas, incluso la de los propios consumidores son optimistas. Estoy seguro que para el próximo año tendremos una sorpresa positiva, no solo en cuanto al crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), sino también en el resultado del déficit fiscal que se había previsto para este 2021”, apuntó Restrepo.
Déficit fiscal preocupa
Según cifras oficiales, la perspectiva de déficit de Colombia para el próximo año estaría alrededor del 7% del PIB, lo que ha causado preocupación.
Precisamente, Armando Montenegro, Chairman de BTG Pactual en Colombia, expresó que el problema fiscal que sufre el país en medio de la recuperación económica es grave.
“Que la economía colombiana tenga tres años seguidos un déficit fiscal del orden del 7% u 8% es insólito. Quienes hayan mirado la historia fiscal del país sabrán que el déficit del año pasado, de este año y del próximo son muy altos e implican muchos riesgos”, anotó Montenegro.
Y resaltó que el déficit solo empezaría a bajar mucho más adelante, pero para que esa curva vuelva al orden del 2% o 3% se requerirá “un esfuerzo fiscal monumental, un gran reforma tributaria y mucha seriedad al comienzo del próximo Gobierno”.
“La curva no va a bajar suavemente hacia la normalidad sino después de muchos esfuerzos, mucha convicción política y mucha decisión de los líderes que gobiernen en este país”, enfatizó Montenegro.
Sumándose a esa preocupación, Mauricio Santamaría, presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), opinó que si bien no hay duda que la recuperación, desde el punto de vista de la producción y del rebote que ha tenido la economía, va muy bien, la situación fiscal en el último año de Gobierno genera intranquilidad.
“En los últimos años hemos visto unas cifras fiscales que son preocupantes y no logramos que haya una consciencia colectiva de que tener problemas fiscales es grave. Estamos saliendo de una crisis muy fuerte, y si no solucionamos ese desafío, tendremos otra crisis muy pronto, sin duda alguna. El Gobierno que llegue el próximo año se dará cuenta que el país tiene un problema fiscal grave de, al menos, 2 puntos del PIB, es decir, unos $25 billones, y en los próximos tres o cuatro años estaríamos hablando del 4 o 5 puntos del PIB, más o menos”, dijo Santamaría.
Mercado de capitales
Otro pendiente que se destacó en el marco de la agenda legislativa es el mercado de capitales.
Según María del Rosario Guerra, senadora de la República y miembro de la Comisión Tercera, en este momento la tarea más urgente en términos económicos es sacar, a diciembre, el proyecto de ley sobre sistemas de pago y mercado de capitales, con el que se busca ampliar las herramientas de financiamiento, que se verían reforzadas por un marco regulatorio moderno para el desarrollo de plataformas de fintech y de atracción a inversionistas en tiempo real.
En cuanto a esto, el ministro Restrepo apuntó que se está intentando avanzar en que Colombia adopte modelos de open banking
o banca abierta para que haya más competencia y valor agregado. Finalmente, el llamado fue a que el sector financiero respalde el proyecto de ley de mercado de capitales
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