La Federación Nacional de Departamentos (FND) informó este martes que radicó ante el Congreso una propuesta para gravar las bebidas endulzadas y azucaradas en el país. La idea, según el comunicado, consiste en que el recaudo se use para “rescatar al sistema hospitalario de la crisis financiera en la que se encuentra”. Pero ya hubo reparos desde el sector comercio.
Vale anotar que la proposición de la FND pretende incluirse en el proyecto de reforma tributaria, cuya discusión actualmente está en trámite.
“La deuda a la red pública hospitalaria asciende a más de $10 billones y según estimaciones de las propuestas del Ministerio de Salud, Universidad Nacional, RedPapaz, un posible recaudo derivado del impuesto a las bebidas azucaradas y endulzadas oscilaría entre $1,5 y $ 2 billones anuales”, argumentó la Federación.
“Es por esto –añadió la FND– que la propuesta de los entes territoriales consiste en una conciliación de las diferentes tarifas, determinando una de $300 por cada litro (mil centímetros cúbicos o su equivalente) para bebidas nacionales y extranjeras; en donde sólo los productos lácteos, las bebidas vegetales, al igual que la panela, estarían exentos”.
La destinación de este tributo, tal como lo detalló el comunicado, sería específica y con la siguiente distribución: 50 % de los recursos iría a la red hospitalaria pública de los departamentos y el Distrito Capital, y el 50 % restante para financiar el funcionamiento del sector salud del nivel departamental, programas y proyectos de inversión en salud pública.
“En este momento no se trata solo de buscar un ingreso adicional para los entes territoriales, sino de garantizar la sostenibilidad del sistema de salud y consolidar una estrategia de prevención en salud pública, en la que se reduzca el consumo de azúcar y también enfermedades de riesgo cardiovascular, obesidad y diabetes. ” aseguró Didier Tavera, director de la FND.
Observación de Fenalco
Jaime Alberto Cabal, presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), manifestó en una carta su preocupación al presidente de la FND debido a esta iniciativa.
El jefe gremial remarcó que este tipo de gravamen tendría un efecto adverso para las micro y pequeñas superficies, como las tiendas de barrio, cuyo cálculos apuntan a que, al menos, hay 11.000 de ellas en riesgo de desaparecer tras el embate de la pandemia y los efectos del paro nacional iniciado el pasado 28 de abril.
“Una medida de este tipo desconoce claramente la dinámica de los tenderos. Un micro comerciante lucha diariamente para lograr un salario mínimo mensual en términos reales. Para esto, debe hacer una combinación de productos, pero si uno de estos pierde participación, cae como cascada el resto”, agregó.
Cabal enfatizó en que cualquier propuesta que “perjudique” a los habitantes de menores ingresos y al tejido empresarial, “cercena la posibilidad de reactivación de este segmento del comercio tan necesitado de medidas de apoyo para salir adelante de la crisis”.