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La realización de la asamblea de accionistas de Coltejer el viernes y la entrega de los resultados económicos correspondientes a 2020 por parte de las compañías a la Superintendencia Financiera abrió la temporada de balances de las grandes sociedades, que durante marzo deberán pasar al tablero y dar cuenta de cómo les fue en el año de la pandemia a sus dueños.
Tras la contracción de la economía colombiana en 2020 del 6,8 % es evidente que la actividad productiva empresarial refleje parte de ese efecto, y que haya evidenciado algunos signos de recuperación, al menos, en el último trimestre del año (octubre-diciembre), cuando se flexibilizaron las restricciones.
Pero, ¿cómo se realizarán esas reuniones en 2021? En marzo pasado, cuando se declaró la pandemia de la covid-19 y se implementó el aislamiento obligatorio parte de las asambleas se trasladaron al mundo virtual, y las empresas debieron acudir a las plataformas digitales para rendir cuentas ante sus accionistas.
Fue así, por ejemplo, como David Bojanini García, quien se pensionó el año anterior, encabezó su última asamblea como presidente de Grupo Sura y se despidió en una transmisión vía streaming. Ahora, en el contexto de emergencia sanitaria, la asamblea anual de accionistas de Coltejer se realizó el viernes de forma virtual.
Desde la óptica de la Superintendencia Financiera, por la pandemia, durante 2020, la utilización de mecanismos digitales para la realización de las asambleas observó un impulso importante y se prevé que seguirá siendo clave durante este 2021, no solo por la continuidad de la situación sanitaria, sino por el valor agregado que aportan a las compañías y a los accionistas.
En ese contexto, la entidad oficial que lidera Jorge Castaño publicó el mes pasado la guía de mejores prácticas sobre asambleas, con el propósito de velar por la adecuada ejecución de las reuniones y el cumplimiento de los deberes que le asisten tanto a los emisores de valores como a sus administradores.
El documento incluyó algunas buenas prácticas adicionales a los requerimientos legales basadas en las conclusiones del Report of the 2020 Multi-Stakeholder Working Group on Practices for Virtual Shareholder Meetings, para ser implementadas por las organizaciones en la planeación y desarrollo de sus encuentros virtuales.
En el caso de la convocatoria, que ya se debió hacer, esta debe estar acompañada con la instrucciones completas y detalladas sobre cómo los accionistas pueden asistir a la reunión y votar, y de qué forma pueden ejercer su derecho de inspección, en caso de que se utilicen mecanismos virtuales para ese efecto.
Igualmente, se sugirió redactar las instrucciones para que sean entendidas de forma sencilla por cualquier persona, indicar si la asistencia está limitada a los accionistas o abierta a invitados e incluso anunciar si la reunión será grabada y si los accionistas o sus apoderados deben dar algún tipo de consentimiento previo.
Además, debe explicarse cómo se llevará el control del quorum durante la reunión y cómo se verificará la identidad de los asistentes y el cumplimiento de los requisitos legales en relación con los poderes que otorguen los accionistas.
Entre las observaciones también figura que las empresas deberán proveer una línea de apoyo técnico, disponible durante la reunión y de forma previa, en caso de que los accionistas tengan dificultades para acceder a esta o quieran hacer alguna consulta sobre el funcionamiento del mecanismo virtual.
Para el desarrollo de las asambleas el paquete de recomendaciones está asociado a los mecanismos para atender las inquietudes, propuestas de los accionistas participantes.
Es así como se planteó que antes de la sesión se discuta la logística de la presentación de las proposiciones y el espacio para hacer preguntas. En ese sentido será clave que los asistentes conozcan el orden del día, cuándo se socializarán las propuestas, cómo sabrán en qué momento hablar, y cualquier limitación de tiempo o la duración de sus declaraciones.
“Discutir los planes de contingencia en caso de que el proponente se enfrente a dificultades técnicas para asistir a la reunión (como proporcionar una declaración pregrabada o escrita a la empresa como respaldo) y explicar brevemente al inicio de la reunión los mecanismos de votación, formulación de preguntas y los canales de asistencia técnica para los accionistas”, son otros aspectos aconsejados.
Tampoco sobrará verificar que el proveedor de servicios de la plataforma virtual sea capaz de mantener la integridad de la votación y certificar los votos emitidos en esta.
Una vez terminada la asamblea, las empresas deberían publicar en su sitio web un resumen de las decisiones adoptadas y demás información pertinente a esta por un tiempo razonable.
Además, las recomendaciones de la entidad expresan que es clave hacer públicas “todas las preguntas recibidas” antes y durante el espacio, así como las correspondientes respuestas, en la página de internet de la compañía dentro de un período razonable después de la reunión.
Por último, se exalta que es necesario compartir la grabación de todo el encuentro a través del sitio web oficial –de haberse permitido registrarlo– para permitir que los accionistas tengan este material a disposición por un lapso determinado y prolongado.
En resumidas cuentas “la Superintendencia Financiera considera que el principal objetivo de la adopción de nuevos mecanismos tecnológicos para la realización de estas reuniones debe ser fomentar la participación de accionistas en las asambleas y propiciar un diálogo abierto, equitativo y significativo entre los accionistas y las empresas”, según precisó el documento en cuestión.
Teniendo este panorama en cuenta, las compañías convocaron a los accionistas y propusieron los temas que estarán en la agenda, como es el caso de las grandes firmas antioqueñas (ver gráfico).
Por ejemplo, Grupo Nutresa, que en 2020 ingresó 11,1 billones de pesos que le significaron un crecimiento de 11,7 % con relación a 2019, y ganancias de 575.441 millones, efectuará su asamblea el próximo martes 23 de marzo en Plaza Mayor, para la cual la representación de los accionistas será ejercida por apoderados sugeridos.
De su lado, Bancolombia, que percibió una utilidad neta de 276.000 millones de pesos el año pasado, escogió el viernes, 19 de marzo, como la fecha para realizar la asamblea de accionistas, en la que pondrá a consideración la repartición de un dividendo de 260 pesos por acción para la totalidad de las acciones ordinarias y preferenciales en circulación.
Entre tanto, Grupo Argos planteará un dividendo de 382 pesos por título –2 % más que en 2019– cuando se celebre el espacio de sus accionistas el próximo 25 de marzo. Para este caso, los interesados podrán elegir que el pago se efectúe 50 % en efectivo y 50 % en acciones liberadas de la compañía, o 100 % en acciones liberadas.
En el caso de Grupo Sura la cita es para el viernes, 26 de marzo, para realizar la reunión en la que se propone un dividendo de 603,4 pesos por acción, es decir 3,5 % más que el que se pagó en 2020.
Grupo Éxito, de su lado, someterá el 25 de marzo a consideración un dividendo anual de 387 pesos por acción, para los 447.604.316 títulos en acción, luego de que la compañía indicara que en 2020 se hizo con una utilidad neta de 231.000 millones de pesos, es decir, cuatro veces el resultado de 2020.
Ahora, resta por ver las decisiones y el análisis que estas y otras organizaciones a nivel nacional adelantarán, con base en las cifras que les dejó el atípico 2020, y las cuentas para desarrollar sus actividades durante el año en curso. La mirada está puesta en el comportamiento de las acciones en lo corrido de este año (ver Para Saber más)