Aunque el año pasado definió las bases para iniciar su plan de reperfilamiento de deuda, reducir los costos operacionales y, en general, contar con una mayor eficiencia que le permita un crecimiento sostenible hacia el 2021, los números de Avianca siguen sin levantar vuelo.
La compañía reportó que en 2019 tuvo pérdidas por 894 millones de dólares, un resultado que hace pensar a los analistas que el futuro de la holding tiene más dudas que certezas.
Por lo menos así lo considera Sebastián Toro, fundador de la empresa de educación financiera Arena Alfa, quien apunta: “esas pérdidas de casi 900 millones de dólares no las esperaba el mercado, y el tema más delicado en esos resultados es ver cómo está desapareciendo el patrimonio de Avianca”.
Y a renglón seguido añade que, por ejemplo, el patrimonio de los accionistas se ha reducido “a unos 200 millones de dólares, y además la compañía, en la práctica, ya no les pertenece a ellos sino a los tenedores de deuda”, que está ubicada en 2.600 millones de dólares (ver ¿Qué sigue?).
En esta misma línea, Ómar Suárez, gerente de Renta Variable de Casa de Bolsa, apunta que “aunque el mercado esperaba que los resultados fueran negativos, estos se ubicaron por debajo de las expectativas”.
Entre tanto, sobre el plan Avianca 2021, dice que si bien se cumplió con la disminución de aviones y frecuencias, esto provocó una reducción en el número de pasajeros transportados en 2019.
Justamente, la tasa de viajeros movilizados por la holding con respecto a 2018 cayó 1,1 %, reportando 30,5 millones de usuarios en todo el 2019.