El mercado colombiano de las autopartes está atravesando un periodo de dificultad a causa de choques en la logística internacional y debido a la alta demanda global de estos insumos.
Así lo confirmaron las agremiaciones que representan a ensambladores y comercializadores en el país, quienes además señalaron que la escasez tiene efectos para el comprador final.
Eduardo Visbal, vicepresidente de comercio exterior y sector automotor de Fenalco, apuntó que el sector no ha sido ajeno al déficit de contenedores para mover mercancía entre naciones. Por ello, el tránsito de los chips utilizados en los automotores no ha sido óptimo.
Qué pasa afuera
“Muchos de los puertos más grandes del mundo, entre ellos varios en China, se cerraron durante la época más crítica de la pandemia. Entonces eso causó el confinamiento de contenedores y disminuyó los itinerarios de viaje”, esbozó el representante gremial al enfatizar en que los principales proveedores de Colombia se ubican en Asia (Japón, China, Corea del Sur e India).
Esos contratiempos, según explicó, afectaron toda la cadena de suministros en las áreas de manufactura y comercialización de repuestos.
A pesar de ello, consideró que la coyuntura se ha ido corrigiendo paulatinamente y, desde su óptica, “las únicas cifras que evidencian eso son las importaciones de vehículos”.
A junio de 2019 –tal como lo señaló– se habían traído al territorio aduanero nacional, lotes por US$1.425 millones. Y detalló que para el mismo lapso de 2021, la cifra llegó a US$1.416 millones. “Es decir que estamos por debajo solo 1,6 %. Eso se ha ido ajustando, pero todavía falta”.
De igual manera, Visbal consideró que el rebote con respecto a 2020 es más significativo, teniendo en cuenta que para el primer semestre del año pasado, esas importaciones totalizaron $898 millones, lo que indica un crecimiento del 57,6 % año a año.
Otras dificultades
Juliana Rico, directora ejecutiva de la Cámara de Industria Automotriz de la Andi, coincidió en que se ha detectado escasez en las autopartes y se ha dificultado su puesta en el mercado.
“Hemos percibido incremento de costos por la dificultad para conseguir acero en el ámbito mundial, y también hemos observado desde el año pasado, contratiempos para la consecución de los chips electrónicos que se requieren en el ensamblaje de los vehículos”, detalló.
Según la directora, a los costos ya mencionados del transporte entre puertos hay que sumarles las tarifas actuales de los fletes terrestres, cuyo costo se ha incrementado desde el paro nacional, iniciado el pasado 28 de abril y tal como lo explicó, “representan el 90 % del mecanismo de llegada al destino final”.
De otro lado, dilucidó que la alta demanda mundial por el acero ha presionado el costo de esta materia prima utilizada en el proceso de ensamblaje, para el que se demanda una variedad especial.
Tanto ella como Visbal coincidieron en que ya se está revirtiendo esta situación y la perspectiva en adelante es positiva.
Desde la óptica del vocero adscrito a Fenalco, podría evidenciarse un retroceso si se presentan otros choques, como un eventual rebrote de la covid-19.
Por su parte, la directora sostuvo que el mercado se recupera lentamente, “aunque a una mejor velocidad de la esperada teniendo en cuenta la crisis que se ha vivido”
57,6 %
crecieron las importaciones de vehículos a junio en Colombia, según Fenalco.