Las obligaciones contraídas principalmente con el sistema financiero en 2016 y su incapacidad para honrarlas llevaron a Everfit a acoger un proceso de reorganización, en los términos de la Ley 1116 de 2006 o Ley de Insolvencia.
Aunque la Superintendencia de Sociedades (Supersociedades) aprobó el acuerdo de pago suscrito entre la empresa y los acreedores y fijó un plazo de seis años y diez meses para cancelar las obligaciones que en total sumaban unos 18.000 millones de pesos, la compañía logró cumplir los compromisos de forma anticipada y terminar el proceso de reorganización satisfactoriamente.
Mediante el auto 400-010950 del pasado 18 de diciembre la Superintendencia verificó y acreditó que Everfit cumplió con el pago de las obligaciones pactadas, dando por cumplido el acuerdo de reestructuración.
Bondades de la norma
El mecanismo sirvió para recuperar y conservar la empresa como unidad de explotación económica, normalizar sus relaciones comerciales y crediticias, a la vez que pudo ejecutar una reorganización operacional y administrativa de sus activos y pasivos.
Con el acuerdo también se logró la normalización pensional de 60 personas ya que se constituyó un patrimonio autónomo para el pago de las mesadas. Otro de los aspectos llamativos de este ejercicio fue el hecho de que el representante legal de la compañía, Juan Sebastián Arango, actuó como promotor del proceso.
Durante los últimos tres años, tiempo en el que la empresa estuvo inmersa en la reorganización, se observó un aumento en las ventas las cuales pasaron de 22.689 millones de pesos en 2017 a 35.928 millones en 2018.
Por su parte Juan David Mejía, gerente de Everfit, en diálogo con EL COLOMBIANO, estimó que el año pasado los ingresos totalizaron unos 47.000 millones de pesos.
“Hoy esta es una empresa que diseña y administra programas de imagen y vestuario corporativo, apalancada en una logística avanzada, soportada en plataformas digitales y tecnológicas”, añadió el empresario (ver Opinión).
En ese contexto, la apuesta de la compañía es crear soluciones con los clientes y entregar dotaciones para personal de empresas como la aerolínea Latam.
“Estamos lejos de ser una empresa confeccionista y estamos enfocados en ofrecer servicios y valor agregado”, concluyó Mejía.
