Aunque la economía de Colombia crecerá este año entre 3 y 3,5 por ciento, según el consenso de analistas, como consecuencia de los bajos precios del petróleo, la preocupación grande está de cara al 2016.
Por eso resulta urgente consolidar el crecimiento de exportaciones no tradicionales (distintas a petróleo, carbón, café y flores) y concretar las megaobras de infraestructura que requiere el país, mediante las Alianzas Público Privadas (APP).
Este panorama se planteó ayer a empresarios en el foro “Retos del comercio exterior para 2015”, organizado por la Andi Antioquia, la firma Araujo Ibarra & Asociados y el Comité Intergremial de Antioquia, en el auditorio de San Fernando Plaza.
Uno de los conferencistas, el economista e investigador, Hernando José Gómez Restrepo, sentenció que “si no fortalecemos las exportaciones, no arrancan las APP anunciadas, no se adelantan las consultas previas, no se movilizan recursos, ni licencias ambientales, la economía de Colombia caería al uno por ciento en 2016”.
Por eso indicó que las grandes empresas deben duplicar sus exportaciones desde ahora, pero invitando a las pequeñas y medianas empresas (pymes) a que comiencen o fortalezcan su ventas al exterior.
TLC con Estados Unidos
Si bien Ecuador y Venezuela por razones políticas y económicas ya no son los mercados naturales de Colombia y el resto de Latinoamérica también crece débil por los precios de las materias primas, Estados Unidos seguirá siendo estratégico como el principal socio, dado que se espera un crecimiento de su Producto Interno Bruto (PIB) hasta 3,6 por ciento en 2015 (ver gráfico).
No obstante, las críticas frente al TLC con la potencia norteamericana no han dejado de hacerse en estos dos años de entrada en vigencia, pero el mismo Gómez, quien hizo parte del equipo negociador de este Tratado, dice que la dinámica ha sido positiva para Colombia en este lapso.
“Las exportaciones no tradicionales han venido creciendo con más de 300 empresas exportadoras y unos 100 productos nuevos, reconociendo que son pocos los mercados donde este tipo de exportaciones no tradicionales crece de forma constante”, tal y como acontece con Estados Unidos, al crecer un 6 por ciento en 2014.
Por su parte, Martín Gustavo Ibarra, presidente de Araújo Ibarra, dice que el TLC es una oportunidad que se puede aprovechar mejor por Antioquia, departamento que está más cerca de la costa este de E.U.
“Hay otras naciones latinoamericanas que tienen una exportación per cápita de 2.000 dólares hacia Estados Unidos, mientras que la de Colombia está con 100 dólares por habitante”, explicó.
Según los ponentes, la tarea hay que hacerla ahora porque no se puede perder tiempo para lo que viene, además la actual tasa de cambio de 2.371 pesos es más que favorable y no se prevé que haya un desplome en su valor.
Por eso Ibarra manifiesta que el Gobierno debe ponerle a los empresarios herramientas necesarias que fortalezcan esta dinámica, “tal y como acontecerá con Bancóldex, que cambiará a ser banco de primer piso, además de aumentar otras ayudas complementarias para los exportadores”, agregó el presidente de la firma en negocios internacionales.
Optimismo industrial
Si bien el mercado de materia primas (commodities) sufren un bajonazo en sus precios internacionales, la manufactura emerge de nuevo como el sector que jalona el crecimiento económico del país.
Para Juan David Pérez, gerente seccional de la Andi, el reto es “abrirnos al mundo porque las condiciones están dadas, no solo por el entorno sino por el trabajo responsable de las empresas que han revisado su modelo de negocio, su oferta de valor y han modificando su ADN para ser competitivos”.
Esa época que fue una amenaza con tasa de cambio de 1.700 pesos, se convirtió en una oportunidad porque los empresarios hicieron un ejercicio de revisión de sus costos de producción.
Ahora que el dólar está caro, es una oportunidad para que los exportadores colombianos lleguen con fuerza al mercado internacional, para lo cual, “se necesita una política industrial fuerte y sólida que brinde más estabilidad a los empresarios”, agregó Pérez.
La construcción de las Autopistas de la Prosperidad y del puerto de Urabá, se convierten en oportunidades de crecimiento para la economía de Antioquia en el mediano y largo plazo.
Centro de Aprovechamiento de los Acuerdos Comerciales (Caac) del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo también ha destacado el potencial de Antioquia para sofisticar su oferta exportadora.
Se estima que las exportaciones paisas hayan ascendido a unos 6.000 millones de dólares el año anterior, aunque las cifras oficiales solo están a noviembre y registran 4.656 millones de dólares, contribuyendo con el 19,7 por ciento del total del país.
Barreras para más negocios
Cuando se buscan explicaciones del porqué no se aprovecha mejor el TLC con E.U. surgen obstáculos como el idioma, confirmando la necesidad de una estrategia sólida de bilingüismo para el departamento.
También hay que revisar si el tropiezo está en el desconocimiento de normas técnicas o de incumplimiento de reglas fitosanitarias.
“Me atrevo a decir que podemos exportar todo el aguacate hass que queramos, pero primero necesitamos cumplir la norma para ello”, destacó Gómez Restrepo.
Las oportunidades antioqueñas se muestran con el comercio electrónico, el desarrollo de software, la prestación de servicios conexos al comercio exterior, servicios audiovisuales, musicales, agencias de publicidad, turismo y manufactura textil.
Incluso el estudio del Caac indica que el potencial de Antioquia con lo que será el puerto de Urabá es fundamental para ofrecer servicios logísticos para la exportación, relacionados con el transporte de bienes, almacenamiento y bodegaje especializado.
De ahí que Araujo manifiesta que el departamento tiene todo para potenciar su infraestructura aeroportuaria. “La tienen ahí y no se está utilizando como tal, por eso hay que ejecutar proyectos de región, que haya un hub de carga aérea en Rionegro. Solo E.U. importa al año 500.000 millones de dólares por avión, cuánto se despacha desde Rionegro. Eso hay que preguntárselo”.
