Aunque la economía colombiana daría señales de mayor dinamismo en 2026, con un Producto Interno Bruto (PIB) que pasaría de 2,6% a 3% y un repunte en la inversión privada, el frente fiscal seguirá siendo uno de los mayores desafíos. El consumo de los hogares aportará al crecimiento, pero no será suficiente para compensar el desequilibrio que se prevé en las cuentas públicas
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Tras un 2025 marcado por la fragilidad en las finanzas del Estado, el déficit fiscal cerraría este año en -7,1% del PIB, en línea con lo proyectado por el Ministerio de Hacienda. El balance del primer semestre ya mostró un desequilibrio acumulado de -3,9% del PIB, el más alto para un periodo comparable desde 2006.
No obstante, los analistas del equipo de investigaciones económicas de Bancolombia señalaron que la menor ejecución del Presupuesto General de la Nación (PGN) podría compensar parcialmente la brecha entre el recaudo esperado y los ingresos efectivos.
Entre enero y agosto, la subejecución habría alcanzado $28 billones, cifra muy superior al faltante de $9,5 billones en materia tributaria.
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¿Qué se espera para 2026 en materia fiscal?
Con este telón de fondo, en 2026 se espera un déficit más moderado, de -6,5% del PIB, aunque los riesgos siguen siendo altos. Los cambios en las proyecciones oficiales entre el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) y el PGN de 2026 introdujeron nuevas presiones sobre las cuentas públicas.
El Comité Autónomo de la Regla Fiscal (CARF) advirtió que el faltante de financiamiento para el próximo año asciende a $45,4 billones, equivalente al 2,4% del PIB, lo que incrementará la presión sobre el gasto.
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La activación de la cláusula de escape de la Regla Fiscal daría al Gobierno un margen de endeudamiento más amplio, pero también dejará menos recursos disponibles para atender compromisos y sostener la inversión pública.
Para el equipo de analistas de Bancolombia, estas restricciones podrían moderar el ritmo de ejecución del gasto, contenido por las restricciones de liquidez que enfrenta el Gobierno, pero no eliminan la necesidad de avanzar en un plan serio de consolidación fiscal.
“El próximo año será clave para lograr avanzar en los retos de la consolidación fiscal. La estrategia para mejorar la posición fiscal de Colombia que proponga la próxima administración deberá no solamente reconocer una necesaria austeridad en el gasto público, sino además lograr los consensos necesarios en el legislativo para resolver las inflexibilidades en el Presupuesto, derivadas especialmente de las transferencias al SGP, el sistema de salud y pensional”, indicaron.
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Y concluyeron que, aunque el Crédito Público ha dado pasos para mejorar el perfil de la deuda, aliviar el panorama fiscal exigirá soluciones estructurales de largo plazo que fortalezcan la sostenibilidad de las finanzas de la Nación.