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Repase el desarrollo del Foro: los retos del gobierno corporativo
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Foro EL COLOMBIANO Retos del Gobierno Corporativo. Foto: El Colombiano
Miles de personas conocieron durante las últimas semanas los conceptos de Gobernanza y Buen Gobierno en medio de una lectura urgente de crisis. Cientos de voces alertaron de su quiebre en empresas como EPM y Ruta N. Durante la tarde de este jueves se reunieron en EL COLOMBIANO expertos en el tema para ampliar el conocimiento de estas políticas de gobernanza y hacer pedagogía sobre su importancia en cualquier empresa.
En el encuentro participaron expertos en el tema. Ricardo Mejía, gerente y fundador de Sala de Juntas, compañía dedicada a la consultoría en gobierno corporativo, moderó la discusión, dividida en dos bloques.
En el primero estuvieron presentes Fidel Cuéllar, economista de la Universidad Nacional de Colombia y MBA Universidad de los Andes; María Andrea Trujillo, doctora y magíster en Administración de la Universidad de los Andes; miembro fundador del Instituto Colombiano de Gobierno Corporativo (ICGC); y Jorge Alberto Calle, decano de la Escuela de Economía, Administración y Negocios de la UPB.
Tras ellos, en la misma línea de conversación, participaron Marcelo Cataldo, CEO de Tigo, ejecutivo senior con 25 años de experiencia en las industrias de telecomunicaciones y financieras; Lina Vélez de Nicholls, abogada de la UPB, presidenta ejecutiva de la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia y Sonia Margarita Abuchar, abogada de la UPB, exsecretaria general de XM y vicepresidenta Jurídica de ISA, cargo que ocupa desde diciembre de 2013.
El centro del debate, por supuesto, giró en torno a la cultura de buen gobierno, necesaria para la estabilidad y crecimiento de cualquier institución, y en los retos para fortalecer esas prácticas de buen gobierno corporativo en cualquier empresa, con énfasis en aquellas compañías que tienen participación tanto del sector público como privado. En el primer bloque Fidel Cuéllar resaltó la importancia de tener claridad en la política de propiedad del Estado, cuando este es dueño de una empresa.
“Es distinto ser propietario a ser administrador. Cuando no se tiene una política publica del Estado clara, pasa que el accionista quiere ser administrador y entra a interferir. Y cuando se trata de una empresa cuya cabeza administrativa es un alcalde, y ese político asoció a su campaña electoral determinadas banderas, por ejemplo de tarifas, va a entrar a considerar que la empresa es parte de sus secretarías. Y ahí se comienza a enredar todo”
Con él estuvo de acuerdo Jorge Alberto Calle, que señaló que el principal objetivo de un gobierno corporativo debe ser “salvaguardar la transparencia. Hay que tener muy claro que la propiedad de una empresa como EPM es del municipio de Medellín, no de ningún alcalde, que a veces se creen dueños absolutos en su periodo de gobierno”. ¿Y cómo fortalecer esas buenas prácticas y remediar errores que puedan provocar crisis?
María Andrea Trujillo resaltó la independencia que debe tener una junta. “Recurrentemente escuchamos sobre conflictos de intereses y abusos de poder. La independencia busca mitigar esos escenarios. La independencia de la junta permite tener pesos y contrapesos, que desafíe a la gerencia, inclusive que pueda rechazar una decisión que tome el gerente. Cuando una junta es independiente es más rigurosa con la actuación de la gerencia. Cuando la junta es independiente se agrega valor a las compañías”.
Al indagar sobre posibles cambios que fortalezcan cualquier proceso de buen gobierno, Cuéllar mencionó como ejemplo la posibilidad de que la elección de los integrantes de las juntas directivas no quede en manos de solo una persona. “Que haya una especie de secuenciación. Que un mandatario electo no pueda elegir toda la junta. Esa practica existe en el Banco de la República y es muy sana. Permite que los cambios de orientación se den de forma gradual”.
A pesar de que las estrategias de buen gobierno están más extendidas en grandes empresas, en el segundo bloque de conversación Lina Vélez de Nicholls insistió en la necesidad de que cualquier empresa asuma este reto. “ Debe existir un modelo de toma de decisiones. Cualquier empresa, por pequeña que sea, debe tener unos criterios básicos en la toma de decisiones. Eso es vital para la sostenibilidad financiera”.
Sonia Margarita Abuchar estuvo de acuerdo y agregó como un ingrediente importante la estabilidad y la confianza entre todos los estamentos de la compañía. Eso permite, dijo, crear una cultura de buen gobierno, que trasciende de solo ser unas reglas. “Hay que crear una cultura de gobierno corporativo. Cuando creas esa cultura, la persona que llega a presidir esa compañía queda inmersa en ella y actúa en esa línea”.
Si bien la junta es uno de los estamentos más mencionados e importantes en cualquier empresa, Marcelo Cataldo nombró otros espacios de prioridad en el buen gobierno corporativo como las asambleas y comités como los de ética, auditoria y conciliación. “Del buen funcionamiento y la confianza entre todos ellos depende el éxito de una empresa”.
Todos estuvieron de acuerdo en que una junta directiva debe estar conformada por múltiples visiones y que debe ser en la que recae la gerencia de la empresa. La confianza, dijeron, es esencial y la base angular del buen gobierno corporativo.
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