Como la alternativa para “tomar aire y seguir adelante”, consideró la administración de Everfit en un comunicado haber logrado que la Superintendencia de Sociedades permitiera iniciar un proceso de reestructuración, al amparo de la Ley 1116 o de reorganización empresarial.
Juan Sebastián Arango, representante de la compañía, explicó en el reporte que el cierre de la unidad lanera de Fabricato, llevó a Everfit a buscar proveedores en Asia, y la compra de esas telas no favoreció las exportaciones e incrementó la deuda en dólares.
La Superintendencia precisó, por su parte, que en la solicitud de admisión al régimen de insolvencia, Arango reveló que la empresa tenía más de dos obligaciones vencidas por más de 90 días a favor de acreedores y que era incapaz de pagarlas.
El último reporte anual de resultados de Everfit, señala que a 2015 sus activos sumaban 32.532 millones de pesos, los pasivos eran de 22.603 millones y el patrimonio cerró en 9.928 millones de pesos.
Durante el año anterior, la empresa facturó 20.140 millones de pesos, 21 % menos que en 2014, y la utilidad cayó 52 % al pasar de 1.150 millones de pesos a solo 598 millones.
Tras su sometimiento a la Ley 1116, Everfit deberá presentar dentro de los próximos diez días una actualización de cifras de activos y pasivos.
Está por verse, entonces, si el plan que para este año tenía la empresa de avanzar en su proceso de comercialización a partir de nuevos puntos de venta, el mecanismo de franquicias, las ventas por catálogo y en línea, podrá ejecutarse y cumplirse.