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Necoclí liderará despegue de las ciudades del futuro

Junto a Buenaventura y Tumaco, la localidad del Urabá es parte del proyecto piloto que adelanta el Gobierno para impulsar territorios modernos.

  • El programa busca aprovechar el bono demográfico y la ubicación estratégica de esos entornos para potenciar su capacidad productiva, industrial y logística. FOTO Julio César Herrera
    El programa busca aprovechar el bono demográfico y la ubicación estratégica de esos entornos para potenciar su capacidad productiva, industrial y logística. FOTO Julio César Herrera
Necoclí liderará despegue de las ciudades del futuro
13 de junio de 2016
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A pesar de su nivel de urbanización, Colombia no ha logrado el índice de desarrollo que le corresponde, según lo confirman estudios realizados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) y el Banco Mundial (BM).

Parte de ese fenómeno se explica porque, cuando el país empezó el proceso de descentralización, hubo una visión que hizo que las ciudades se constituyeran como un tema local. “El Gobierno se preocupó por las políticas económicas, sociales y de desarrollo, pero con una visión general y perdimos la visión del territorio”, señala Carolina Barco Isakson, urbanista del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Prueba de ese desbalance lo constituyen poblaciones como Buenaventura y Tumaco en el Pacífico, y Necoclí en el Caribe, cuyo atraso es más que evidente en todos los aspectos y cuya ubicación geoestratégica apenas se aprovecha o recién se está descubriendo.

En momentos en los que se está construyendo un acuerdo de paz, es necesario entender esos territorios, y la relación entre áreas urbanas y rurales para integrarlas mediante la articulación de políticas nacionales y regionales.

En cifras, vale la pena anotar que el 76 % de la población colombiana vive en ciudades, donde se genera el 85 % del Producto Interno Bruto (PIB). Existen 41 localidades con más de 100 mil habitantes y se estima que en 2050 serán 69 las poblaciones con ese nivel de población, lo que posibilitaría idealizar un sistema de ciudades en el que Buenaventura, Tumaco y Necoclí jugarían un rol importante.

Mientras ese desarrollo se da, es válido resaltar que existen 18 ciudades que han conformado unas aglomeraciones en las que viven 22 millones de personas, es decir la mitad del total de la población.

CRECIMIENTO
DE CARA

AL MAR

La apuesta por las ciudades del futuro está en marcha y es así como el Departamento Nacional de Planeación (DNP) lanzó los dados. El pasado viernes en Cartagena, en la clausura del congreso anual de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), se presentó el Programa de Nuevas Ciudades, que busca transformar territorios y generar nuevos entornos que faciliten la inversión en el país.

El director del DNP, Simón Gaviria Muñoz, precisó que Buenaventura, Necoclí y Tumaco serán las tres ciudades piloto para la implementación de la iniciativa que contará con la participación del Estado, las comunidades y el sector privado.

El funcionario señaló que en los próximos 35 años, la población de estas tres ciudades será aproximadamente el doble de la actual, lo cual generará retos en materia de ordenamiento territorial y creación de mejores de condiciones para el hábitat humano.

En el caso de Buenaventura, la población pasará de 399.764 habitantes de hoy a 694.773 en el 2050. A su vez, Necoclí pasará de 62.637 habitantes a 127.116; mientras que Tumaco crecerá de 199.659 a 327.791 en ese año (ver gráfico).

El programa busca aprovechar el bono demográfico y la ubicación estratégica de esos entornos para potenciar su capacidad productiva, industrial y logística, a través de los nuevos Programas de Catastro Multipropósito, los Planes de Ordenamiento Territorial (POT) y los Planes de Ordenamiento Departamental (POD).

Se estima que el desarrollo del proyecto piloto en Buenaventura requiere una inversión pública aproximada de 200 mil millones de pesos para la infraestructura básica e inversiones cercanas a los 680 mil millones de pesos para el desarrollo inmobiliario.

El impacto de la estrategia en Buenaventura generará 60 mil empleos en los próximos 20 años y atraerá más de 150 empresas de sectores económicos estratégicos.

A su vez, Tumaco cuenta con un gran potencial de desarrollo logístico para atender la industria petrolera y la agroindustria local. “El Estado se debe enfocar en crear entornos seguros que generen condiciones propicias para la inversión privada. Con el Programa de Nuevas Ciudades se construirán planes maestros de talla mundial con el objetivo de diseñar proyectos sólidos para invitar al sector privado a construir”, dijo Gaviria.

NECOCLÍ:

PERLA EN

EL CARIBE

El director del DNP le explicó a EL COLOMBIANO el alcance que tendrá el Programa de Nuevas Ciudades en Necoclí, en el norte de la zona agroindustrial de Urabá.

“Tras la construcción de las vías de cuarta generación (4G), Mar 1 y Mar 2, el Túnel del Toyo y todas las obras que conectarán al Valle de Aburrá con el Caribe, la posibilidad de que la producción antioqueña salga por ahí, aunada a un desarrollo muy profundo de Urabá, es muy atractiva”, comentó Gaviria.

A esa visión debe agregarse que en la zona está ubicado un importante yacimiento de gas natural en el que trabajan Anadarko y Ecopetrol. “Vemos la potencialidad de tener un puerto en Necoclí, que de materializarse, habilitará este proyecto para hacer una zona logística de alto nivel para Urabá”.

Y, ¿en cuánto tiempo podría ejecutarse la iniciativa? El plan está en marcha y el director de Planeación sostuvo que esta semana se reunirá con el gobernador de Antioquia, Luis Pérez, para ultimar detalles sobre la disposición del Instituto para el Desarrollo de Antioquia (Idea) de aportar un lote de 2.700 hectáreas que se destinaría a esa idea.

“Esa sería la cuota inicial, tendríamos que ver lotes aledaños del sector privado que se quiera vincular. Necoclí es una población que tiene pendiente revisar su ordenamiento territorial y, si logramos definir en unos seis u ocho meses los terrenos, acometeríamos los trámites correspondientes para comenzar en firme”, declaró.

Con la disponibilidad de terrenos se construiría un centro logístico, infraestructura empresarial, comercial y educativa, así como viviendas de alta calidad y espacios públicos. “Cuando tengamos claro cuáles serían los lotes, el DNP contrataría un plan maestro con una firma de talla mundial para diseñar una ciudad de muy alta calidad”.

Aunque la propuesta está en su fase preliminar y de diálogos, Gaviria no descarta que en el futuro pueda constituirse una gran área metropolitana que inicie en Necoclí y abarque a otras poblaciones como Turbo y Apartadó. La inversión está en términos de billones de pesos, que no recaería sobre el Gobierno y para lo que se buscarían alianzas con el sector privado.

“Urabá es un corredor logístico y estratégico no solo para Antioquia, sino para el país. Ya existe una masa crítica local en producción de banano, es una región con mucho dinamismo y la idea es aprovechar las economías de escala de las actuales aglomeraciones de la zona para impulsar estas iniciativas”, enfatizó.

NECESIDAD: ACABAR la

INFORMALIDAD

Mientras las ideas del Gobierno se concretan, la realidad muestra grandes obstáculos que habrá que sortear. Un estudio realizado por el Banco de la República determinó que la informalidad urbana tiene una alta correlación negativa con la competitividad de las regiones y la informalidad laboral.

Jaime Bonet Morón, director del Centro de Estudios Económicos del Emisor, resaltó que en la muestra se evidenció que las tasas de informalidad laboral en Colombia son similares a las de países como Zimbabue o Vietnam y en comparación con Brasil o Argentina los índices también son más altos.

“Los trabajadores formales tienen más posibilidades de acceder al mercado formal de vivienda ya que cuentan con la posibilidad de demostrar estabilidad en sus ingresos y, de igual manera, las personas que habitan viviendas formales se benefician de un entorno que les brinda la posibilidad de acceder más rápidamente al mercado formal de trabajo”, indicó.

Es decir, el hecho de habitar una vivienda informal aumenta la probabilidad de ser trabajador informal, lo que el estudio cuantificó en 13 puntos porcentuales de diferencia con respecto a quienes habitan una vivienda formal. Así mismo, aproximadamente el 30 % de quienes tienen un empleo informal habitan también en una vivienda con características de informalidad.

“La informalidad en los dos mercados, laboral y urbano, muestra evidencias de persistencia en el tiempo. Aquellas áreas que tenían altas tasas de informalidad en el pasado siguen con el mismo comportamiento. La investigación también encontró que existe una clara relación entre la informalidad (urbana y laboral) y la competitividad de las ciudades”, agregó Bonet.

Federico Gutiérrez

Alcalde de Medellín

Infográfico

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