En una muestra apoyo a las centrales obreras que expresaron su desacuerdo con el proyecto de reforma laboral aprobado por la Comisión Cuarta del Senado, el presidente Gustavo Petro arremetió contra la posibilidad de regularizar el trabajo por horas.
Como es usual en el mandatario, en su cuenta de la red social X escribió: “El trabajo por horas es un mayor retroceso que los contratos basura y la Ley 50, juntas. El contrato por horas es una propuesta de Duque que el pasado Congreso no quiso aprobar. La reforma laboral se convierte con ese artículo en una verdadera contrarreforma de las más atrasadas de las que se han visto”.
Petro se sumó así a las críticas que las organizaciones sindicales, como la CUT, la CGT y Fecode, lanzaron contra el artículo 37 de la iniciativa de reforma, que deberá estudiar y debatir la plenaria del Senado.
“El Senado en la Comisión IV ha traicionado nuestras aspiraciones, no solo acabando de debilitar el proyecto de reforma laboral sino pasando límites inaceptables para el pueblo colombiano; aprobando una contrarreforma laboral escrita por y para el poderoso empresariado y gremios económicos. Es una reforma regresiva que desmonta derechos laborales históricamente conseguidos y desde el movimiento sindical y social lucharemos para no permitirlo”, se lee en el texto sindical.
En un texto de 13 puntos, los sindicatos argumentan los efectos negativos de introducir esa figura. “El trabajo por horas elimina el salario mínimo: un por horas no logrará juntar ingresos mínimos de subsistencia”.
Además, se señaló que esa posibilidad debilita la seguridad social, pues un trabajador que labora apenas unas horas al día o a la semana, no alcanzará nunca las semanas de cotización para pensionarse y el sistema de seguridad social perderá financiación.
Igualmente, aseguraron que el trabajo por horas promueve esquemas ultra-flexibles donde las personas pueden ser contratadas y despedidas con facilidad, sin garantía de continuidad ni ingresos fijos, impidiendo cualquier tipo de planificación personal o familiar.
No obstante, dirigentes gremiales como Nicolás Botero de Fedeseguridad, considera que en un mundo laboral tan cambiante la unidad de medida debería ser la hora, pues el problema no puede ser si se pagan recargos desde las 6:00, las 7:00 o desde las 8:00 de la noche.
“El mundo ya no se mide en jornadas, y la justicia es que todos pudiéramos tener un régimen que nos dejara trabajar como mejor se acomode a nosotros”, insistió.
Puso como ejemplo al sector de los programadores, personas que según explicó se conectan con Estados Unidos o con Europa a programar, les pagan en euros, en dólares, y están ubicados en Manizales, en Medellín, en Bogotá, y su remuneración es en dólares, por lo que es un nicho que poco le importa la reforma.