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Que un país tenga grado de inversión significa que los inversionistas pueden confiar en los bonos y los préstamos de este porque tienen una contraparte confiable que responderá por los recursos en el tiempo previsto.
En la revisión de la firma calificadora de riesgos Standard & Poor’s (S&P), Colombia sigue teniendo las capacidades para honrar este sello, pero su perspectiva es negativa ante los riesgos económicos y una recuperación moderada prevista en 2021 “que pueda erosionar el perfil financiero del país”.
De esta manera, S&P mantuvo la calificación en BBB-, pero eso no significa que la política económica deba estar tranquila.
De hecho la firma aseguró que se puede dar una degradación de la calificación si el próximo año se sigue manteniendo un pobre desempeño económico y si esto además es acompañado por un proceso “inadecuado de ajuste fiscal que falle en estabilizar y, luego, aliviar la creciente carga de deuda soberana”.
S&P prevé que este año el país se contraerá 8 % y en 2021 su crecimiento será de 5,5 %, y un promedio de dinámica del Producto Interno Bruto de 4 % entre 2022 y 2023. Lo que significa, desde esta perspectiva, que el país llegará a sus niveles pre-covid solo a finales de 2022.
Esto, si se tiene en cuenta que para 2021 se prevé que la deuda neta del gobierno sobrepasará el 60 % del Producto Interno Bruto (PIB), desde el 44 % en el que se encontraba en 2019. “Una carga de la deuda persistentemente alta podría aumentar la vulnerabilidad de Colombia, ante choques externos adversos que podrían empeorar su posición de liquidez externa”, afirmó la calificadora.
El ministro de Hacienda y Crédito Público, Alberto Carrasquilla, señaló a través de un comunicado de prensa que “está en línea con las recomendaciones de todas las instituciones financieras multilaterales y de los principales académicos y analistas, según las cuales lo fundamental a corto plazo es mitigar los efectos económicos y sociales de la crisis”.
Carrasquilla aseguró que se mantiene optimista sobre el próximo año debido a que “empezamos a ver brotes verdes en materia de reactivación, confianza y recuperación de empleo”.
Justamente el crecimiento económico es clave, aseguró el investigador de la Universidad Sergio Arboleda, Luis Fernando Ramírez, debido a que de ahí “se deriva la expectativa de unas mayores rentas del Estado por cuenta de la reactivación económica y la recaudación fiscal”.
Así que haya una buena dinámica económica en 2021 “es una señal de que se puede financiar el presupuesto 2021 que ya fue aprobado, pero que generó muchos interrogantes”, afirmó Ramírez.
La reforma tributaria, analizó Ramírez se vislumbra como un “punto de oro, porque será la señal de que hay voluntad política para recuperar los gastos de la pandemia y de bajarle presión al déficit fiscal, que está operando por fuera de la regla”. No obstante, sobre este punto S&P ve un ambiente limitado en el Congreso de la República para tramitar una reforma tributaria significativa en 2021.
Igualmente, de presentarse, se prevé que apuntará a las exenciones fiscales y el IVA teniendo como premisa la devolución del IVA que inició en 2020.
Sea como fuere, dijo, Alejandro Useche, profesor de la Universidad del Rosario, esta es una noticia positiva porque S&P además muestra una posibilidad para estabilizar la calificación, entre 12 y 18 meses, con condiciones.
¿Cuáles? “Si el Gobierno toma medidas para estabilizar la economía y mantener las perspectivas del crecimiento del PIB y fortalece la política fiscal”, dice S&P, firma ha revisado al menos el 82% de los países en su portafolio, de los que ha reafirmado el 59%, revisado la perspectiva a negativa del 14%, a estable del 10% y bajado la nota del 17%.
“Esta es una buena noticia pues está mostrando un grado que fortalece la estabilidad de la economía colombiana, así como del presupuesto de la nación, de su sistema democrático en medio de la crisis reciente más aguda del país”, concluyó Useche .