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¿Y todo lo anterior por qué es tan grave? Porque una sociedad mezquina no va a poder resolver los gravísimos problemas que tiene este país.
Por Diego Santos - @diegoasantos
–¿El país está vuelto mierda, Diego?–, me preguntó el otro día un ejecutivo durante una presentación. Me quedé callado unos segundos. Respiré. –No, aún no lo está, pero va a estarlo si seguimos como vamos–.
–¿Cómo así?–, me contrapreguntó. –El gobierno no puede seguir gobernando con rabia y con mentiras; y la oposición no puede seguir sembrando miedo día tras día. Aquí está haciendo falta un adulto de verdad, y este no aparece. Se nos va acabando el tiempo. Si el que reemplace a Petro lo logra a punta de miedos y de sembrar pavor, vamos a entrar a un punto de degradación de la democracia sin retorno–.
Considero que estamos viviendo en una película plagada de distorsiones. Hemos normalizado las mentiras y los ataques, el odio y la mezquindad, las que llegan de lado y lado. Los espectadores de esta desagradable película se están mamando, porque lo que nos la pasamos diciendo son cosas que no coinciden con la realidad, al menos con la realidad del día a día de los colombianos.
El gobierno nos muestra una foto alegre que no lo es tanto. De hecho, está muy lejos de ello. Y la oposición, por su parte, nos muestra un precipicio en el que aún no estamos. El gobierno juega a que su narrativa le permita extender cuatro años más el mandato, pero la descarada corrupción y el desorden general de como gobiernan los hace inviables en 2026. En tanto, la oposición le juega a la crítica, al miedo y al día del juicio final, cayendo en el error de no reconocer ciertas realidades, como que la economía comienza a carburar, una buena noticia que todos deberíamos siquiera aplaudir un poco.
¿Y todo lo anterior por qué es tan grave? Porque una sociedad mezquina no va a poder resolver los gravísimos problemas que tiene este país. Y nos estamos convirtiendo justo en eso. Nos satisfacen más las desgracias ajenas que los logros propios; todos estamos gritando y ninguno está escuchando al otro.
Vuelvo e insisto. ¿Dónde está el adulto responsable, el que pueda transmitir la realidad menos distorsionada posible? ¿Vamos a caer en los peligrosos extremos, en las propuestas radicales que siempre terminan yendo en contra de los valores de la democracia? Si lo de Petro nos ha parecido un horror, ¿creen que el opuesto a él en el otro lado del péndulo va a ser mejor?
Sí, se necesita mano dura, se necesita experiencia, se necesita alguien que entienda este país. Pero también se necesita mano dura contra la clase política corrupta, que no es poca, se necesita experiencia para navegar nuestras aguas turbulentas y se necesita alguien que entienda y conozca este país para nombrar a las personas más capacitadas para darnos estabilidad y rumbo.
Pero volviendo a la pregunta inicial. No, el país no está vuelto mierda, pero todos estamos haciendo hasta lo imposible para volverlo así. ¿No le podemos poner un poco de sensatez a las cosas?