Pico y Placa Medellín
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Un día un señor le dijo a Hilda Cuero que él sabía una receta para hacer el mejor pollo en el Valle del Cauca. Hilda, una mujer de piel negra, bajita de estatura, pero grande de corazón y con un don de gentes que pocos poseemos, le puso atención. Hilda trabajaba con su madre en la costura de prendas para las familias de Rozo.
La receta del pollo en sus jugos la tienen muchos en la región, pero el de Hilda es punto aparte. El pollo lo cuecen con una salsa criolla confeccionada con tomates y cebollas en gran parte. A la preparación le agregan un amarradijo de hierbas, entre las que el cilantro cimarrón es protagonista. Una hojita salvaje que en aroma es muy parecido al cilantro común, pero en forma es totalmente diferente. Luego de ponerlo en el caldero, el pollo es cubierto con hojas de planta de plátano que luego son pisadas con la tapa del caldero. Lo cocinan en fogón de leña y lo que ustedes obtienen, amigos comensales, es un manjar de dioses. Hilda lo sirve con el pegado del arroz y le muestra cómo comerlo.
Hilda atiende en el solar de su casa, bajo un fresco techo de hoja de palma. Es un domicilio normal, sin pretensiones. Ni aviso tiene, pero para qué, con la fama de la preparación de Hilda no hace falta la publicidad. Si piensan ir tienen que reservar, si no Hilda no lo podrá atender, porque es una mujer organizada. El pollo alcanza para seis personas o cuatro glotones. Mi recomendado sin dudas, es el pollo en sus jugos de Hilda Cuero, en Rozo, Valle del Cauca. Si va, por favor dele un abrazo de mi parte a esa bella mujer.
