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7 y 9
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Diego Londoño
@Elfanfatal
Las despedidas siempre son difíciles. El cine nos ha enseñado a mirar hacia el horizonte y no mirar atrás; el amor, a cortar de raíz; y la música, nos presenta una especie de resignación inagotable, permanente, el disco nunca se detiene así las bandas lleguen a su fin. Y en esta despedida que quiero vivir en este texto, quiero hablar de una de las bandas más queridas por los rockeros en Colombia.
La agrupación La Derecha, es uno de los tesoros del rock en Colombia. Su historia, llena de una hermosa banda sonora, nos ha acompañado desde su formación en el año 1990. Esa banda no tenía nombre, o si lo tenía no importaba. Solo importaba el ruido, pasarlo bien, y ese día, hace muchos años atrás, en los imborrables años noventa, solo importaba el concierto en la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá.
Luego de ese concierto, de algunas rocas y abucheos lanzados desde abajo del escenario y de entender que todos los encuentros no son limirentes, como una irónica respuesta ante algunos estudiantes “izquierdosos”, y aún sin simpatizar con la postura política a la que aludirían, la banda empezó a llamarse La Derecha, así, contundentes, como un gancho fuerte, certero y crítico. Desde ese momento, se empezó a construir parte de la historia del rock colombiano.
En casi 30 años de música, La Derecha logró darle identidad narrativa y sonora a la estética de nuestro rock. Lograron salir de Bogotá, llegar a muchas otras ciudades de Colombia, y además, consolidar un sello reconocible dentro de esa etiqueta del rock colombiano.
Su discografía, recorrió surcos inolvidables para todos sus fanáticos. En 1994, publicaron su primer larga duración titulado La Derecha, con un éxito rotundo y además, himno de nuestro sonido colombiano: Ay qué dolor. En el año 1996, presentaron su segunda placa discográfica, la recordada Balas de bebé...y otras canciones de cuna. En el 2010 y luego de una ausencia de años, regresaron con el disco Polvo Eres. El 2015, vio nacer el EP Árbol Torcido y luego, toda esa historia tuvo su fin anunciado, preparado y hasta celebrado en el año 2019, en el mes de septiembre.
Todos los fanáticos y seguidores de La Derecha quedamos colgados en puntos suspensivos, sin entender muy bien la decisión de dar final a la banda que se constituyó en una de las representaciones de nuestro sonido rock en Colombia.
Muchos no entendemos las razones y aún no las queremos entender, por qué cuando tenemos canciones y momentos aferrados con fuerza en el lado izquierdo del pecho, es difícil decir adiós, con punto final. Nunca nos enseñaron a despedir un amor o a dejar ir una vida, pasa lo mismo con las canciones.
Hace unos días, tuvieron otro final, otra despedida repentina a través de un concierto virtual en medio de días pandémicos, fue imposible no sentir nostalgia.
A La Derecha la llevaremos en el corazón, sus canciones hacen parte de nuestra piel y hoy, definitivamente le decimos adiós a sus actos en vivo, porque sus canciones jamás dejarán de sonar.
Y, para terminar, recuerdo a Gustavo Cerati, en una de sus bellas canciones dijo: “Poder decir adiós... Es crecer” y sí que lo hicimos al lado de La Derecha.