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DIEGO LONDOÑO
Crítico de series
Cuando hablamos de Miles Davis nos referimos sin duda, a uno de los músicos místicos que le dio al jazz un carácter genuino. Su trompeta fue su aliada, su amor eterno y su excusa para respirar con sonido.
Él nació en Alton, Illinois, una ciudad inspiradora, con paisajes hermosos, ubicada al margen izquierdo del río que ha sido fuente y generación de melodías e historias, el Misisipi. Su familia, integrada por su madre, una maestra de música, su padre, un dentista, y sus hermanos, fue apoyo para entender que la música y la ejecución de un instrumento era una respetable opción de vida.
Cuando el pequeño Miles tenía 13 años, recibió el mejor regalo de su vida, una trompeta, brillante y hermosa, y desde ahí, MIles quedó inmerso en un mundo que aún no conocía pero que quería vivir. Otro de los regalos que recibió fue ser enviado a Nueva York para estudiar en la reconocida escuela Juilliard, un conservatorio de artes que instruye en música, danza y teatro.
De allí salieron figuras tan importantes para la música como Tito Puente, Yo-yo Ma, Wynton Marsalis, Philip Glass, Michel Camilo, Nina Simone, John Williams, entre muchos otros, y fue en ese lugar precisamente donde Miles empezó a construir esa vida que quería vivir al lado de su adorada trompeta. Pero todo empezó a tomar vuelo, cuando al abandonar la escuela se unió al quinteto de Charlie Parker, allí hicieron pirotecnia con una trompeta y un saxofón.
Lo que se siente
Y es que escuchar sonar la trompeta de Davis es pensar por solo un momento que ese personaje por contados segundos contiene mágicamente en su interior el aire todo el universo. Su inconfundible calidad y característico estilo fue forjado por años y años de inflar sus mejillas y dejar salir sus vísceras en una canción.
Estuvo en el jazz y también en el rock, el funk y hasta el hip hop, y desde todas las esquinas de su trompeta propuso nuevas formas no virtuosas de ver la música, desde esa sordina de acero Harmon que usaba, que le proporcionaba un toque dulce e íntimo a sus notas.
Su universo sonoro lo llevó a ser uno de los primeros músicos asociados a un nuevo ritmo musical, el hard bop, todo esto lo hizo junto con los músicos que le acompañaron en el Miles Davis Quintet, ellos eran John Coltrane, Cannonball Adderley, Red Garland, Philly Joe Jones, Paul Chambers y Milt Jackson. Un grande sobre otros grandes.
Desde adentro
Su vida fue agitada, problemas de diabetes, conciertos multitudinarios, adicción a la heroína y cocaína, desintoxicaciones extremas, mujeres, matrimonios, divorcios, hijos y más de 120 canciones que grabó con su enamorada eterna, la trompeta.
Y esa vida, llena de desenfreno musical e inspiración eterna, ahora es llevada a la pantalla grande en un documental precioso y necesario llamado Birth of the Cool, dirigido por Stanley Nelson. Una cinta que logra definir a Miles Davis como un trompetero, líder de banda, pionero, revolucionario, tan inteligente como vanidoso, tan elegante como controversial, tan genial como contradictorio: en pocas palabras, extremadamente cool.
En este documental, amigos, músicos y fanáticos se acercan a su vida como nunca antes y logran pintar con sonidos la figura de uno de los músicos más trascendentales de la historia del jazz universal.
Un buen plan para épocas donde la música se hace necesaria. Lo pueden ver en Netflix.
#CuarentenaMusical
So What (Fragmento de canción)
Miles Davis walked off the stage
That’s what the folks are all saying
Oh yes, he did leave the stage
After his solo was all over
Coltrane he walked off the stage
That’s what the folks are all saying
Yes, they both left the stage
Clean out of sight