viernes
7 y 9
7 y 9
Juan David Villa
Editor y periodista
Juanda0812@gmail.com / @ortografiajuanv
“Manda tu carta Duque, a Guaidó, a ver quién te manda Guaidó para allá”.
De esta coma ya les había hablado, queridos lectores. Es tan escasa la pobre, mis amigos, tan desechada la desdichada, que tengo que volver a ella, como mamá cantaletosa (perdón, madrecita). Jóvenes, las comas no están aquí para marcar pausas (al menos no en principio), sino para ayudarnos, buenos lectores, a ordenar el texto y a cambiar significados (“coman, niños” no es lo mismo que “coman niños”...).
Así que, mis buenos amigos, aunque decimos “hola, Juan” sin hacer pausa, el “orden del texto” (o sea, la sintaxis, mis queridos) nos obliga a poner coma. Recuerden, atentos lectores, que esta coma es la coma de los saludos: buenos días, jefe. Que pase buena noche, don Pedro (pero no solamente acompaña saludos, como pueden ver, entretenidos lectores).
Entonces: “Manda tu carta, Duque, a Guaidó...”.
Preguntas
Luz Mery Bustamante. ¿Cuál es la forma correcta: “se venden paletas” o “se vende paletas”?
La pregunta es muy buena, Luz Mery, y la respuesta es sencilla, aunque no tanto su explicación. La forma correcta, Luz, es “se venden paletas”. O sea, Luz, que debes establecer una concordancia normal: un plural con otro plural se entiende. Pero en “se busca a los criminales”, debes dejar el verbo en singular. Y en “se buscan casas para alquilar” volvemos al plural con plural. Te preguntarás, Luz, cuál es la fórmula, cómo hago para distinguir cuándo usar plural y cuándo singular: la preposición a, en este caso, da la señal.
Entonces, “se buscan casas”, pero “se busca ‘a’ los delincuentes”.
Un mamotreto
Un mamotreto, como saben, es algo o alguien muy grande, desproporcionadamente grande, agrego yo. Sobre todo un libro. Bien, etimológicamente (su historia) significa “criado por su abuela” (mammóthreptos es la antigua expresión griega). ¿Y qué tiene que ver un libro grande con un niño criado por su mamita? Que las abuelas tienen, entre otras, dos virtudes: son alcahuetas y dan mucha comida. Así que el nieto criado por la abuela sería siempre un niño gordo (obviamente, “siempre” es una exageración para adornar la historia).