Un reptil es un animal prehistórico. Han sobrevivido a aproximadamente 315 millones de años y han pasado por varias épocas geológicas de la Tierra.
Son vertebrados, de pieles cubiertas de escamas de queratina y pueden controlar su temperatura corporal. Son, además, componentes claves de muchos ecosistemas terrestres y marinos.
Al ser un grupo que alberga muchas especies y dados sus millones de años de vida en el planeta, han atraído interés científico por mucho tiempo.
Este miércoles 25 de agosto, la revista científica Nature publicó un estudio en el que investigadores argentinos encontraron una nueva especie de reptil en San Juan, ciudad de dicho país, un fósil del que sería el miembro más primitivo de lepidosaurios, un grupo que hoy alberga más de 10.000 especies.
Se trata del que llamaron Taytalura alcoberi, un ancestro de la mayoría de reptiles modernos, y fue encontrado en yacimientos argentinos y estudiado por científicos de la Universidad Nacional de San Juan en Argentina, de la Universidad de Harvard en Estados Unidos y del Museo estatal de Historia Natural de Stuttgart, en Alemania.
“Este fósil, bellamente conservado en 3D, es realmente un hallazgo importante”, relata Gabriela Sobral, del museo alemán, “es el fósil más completo que tenemos hasta ahora que representa las primeras etapas de la evolución del lepidosaurio”.
Se puede asegurar que, evolutivamente, representa al primer lepidosauromorfo del mundo.
Su nombre deriva de la palabra quechua tayta, que significa “padre o abuelo” y lura del kakan (lengua hablada por los diaguitas, antiguos pobladores de la zona de San Juan) que significa “lagarto”.
El estudio
Los lagartos y las serpientes, del grupo de los lepidosaurios, tienen una historia evolutiva extremadamente larga, con linajes más antiguos que los de los dinosaurios, ya que se originaron y divergieron entre sí en algún momento hace unos 260 millones de años.
Sin embargo, la fase inicial de la evolución de los lepidosaurios, hace entre 260 y 150 millones de años, está marcada por fósiles muy fragmentados que no aportan muchos datos útiles para entender su evolución temprana, lo que ha dejado sus orígenes “sumidos en el misterio durante décadas”.
Taylatura alcoberi, descubierta por Ricardo N. Martínez del Museo de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de San Juan, ha permitido ahora a los científicos “inferir con gran confianza” su ubicación en el árbol evolutivo de los reptiles.
En concreto, Martínez halló en el parque provincial Ischigualasto (San Juan) hace dos décadas un minúsculo cráneo con su mandíbula de solo 2 centímetros, según una nota de las instituciones argentinas.
Ahora, con distintas técnicas como la tomografía computarizada de alta resolución y análisis estadísticos, los científicos pudieron confirmar las sospechas de que Taytalura era el miembro más primitivo del linaje que acabó originando todos los lagartos y serpientes.
Características físicas del reptil
El animal, al que pertenecen los fósiles hallados, debió de medir unos 15 centímetros de largo, no muy distinto a cualquier lagartija viviente; su edad se ha determinado en unos 230 millones de años de antigüedad, a principios del Triásico Superior, una época en la que los primeros dinosaurios iban ganando terreno.
Otros lepidosaurios tempranos se han hallado en Europa, pero Taytalura no solo parece ser ancestral a todos ellos en su aspecto, sino que es el primero encontrado en el sur de Pangea, mostrando que la evolución del grupo no sólo ocurrió en el norte.
Taytalura conserva una composición de rasgos que los investigadores no esperaban encontrar en un fósil tan temprano; por ejemplo, muestra algunas características que creían exclusivas del grupo de los tuátaras.
Además, tiene una dentición única, que difiere de los dientes encontrados en cualquier grupo de lepidosaurios vivos o extintos.