En España hay consternación por la muerte de Carlitos, un ciervo de monumental cornamenta, que fue el emblema de Linarejos, un pueblo de apenas diez habitantes ubicado en Castilla y León. A pesar de las peticiones de los vecinos, el macho de ocho años fue incluido por las autoridades ambientales en la lista de animales que podían ser cazados. Y a las pocas horas de conocerse esa noticia, un grupo de cazadores fue al sitio en el que el animal pastaba y le disparó, aprovechando que este no huía de la presencia humana.
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Desde pequeño Carlitos visitaba la zona de Linarejos, al menos eso le contaron los vecinos a la prensa que cubrió su muerte. Por eso el vínculo entre ellos y el animal era entrañable, incluso teñido por la admiración. “Tenía una cicatriz en la pata izquierda desde bebé y marcas en las orejas, era fuerte y había sobrevivido a ataques de lobo”, le dijo una habitante de la zona al corresponsal de El País, de España, enviado para ver la suerte del ciervo.
No sobra recordar que en España la caza de ciertas especies silvestres está regulada por la ley. Esto lo entienden los lugareños y están a favor de que así sea. Sin embargo, no entienden porqué no excluyeron del listado de animales que podía ser cazados a Carlitos, un ejemplar que incluso atraía turistas al pueblo. “Hasta en nuestras reseñas de Booking hablan de él, la gente está encantada, vienen de Australia, Israel o Estados Unidos preguntando por él”, le dijo el dueño de un bar al reportero.
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El lunes en la noche los vecinos escucharon los disparos. Al otro día fueron a la parte en la que Carlitos dormía y encontraron el cadáver con la cabeza cercenada. Ahí supieron que sus trabajos por salvarle la vida al ciervo habían sido infructuosos. En ese empeño consiguieron más de 54.000 firmas de residentes de Castilla para respaldar la petición de que Carlitos fuera excluido de la lista de caza. Nada de esto ablandó a las autoridades ni detuvo las balas de los cazadores.
La historia ha sido contada por los medios españoles. El corresponsal de El País cerró su nota sobre el caso de una forma rotunda: “El cuerpo de Carlitos se lo comerán los lobos o los buitres. La cabeza disecada acabará colgada en la casa de un cazador”.