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De una cena navideña en la tradición colombiana no se sale invicto. Hay que probar el buñuelo, la natilla, las hojuelas o la fritanga con chicharrón, morcilla y otras carnes. En la mayoría de las casas en las que se hace la novena o en las invitaciones que reciba habrá estos alimentos que pertenecen a la tradición colombiana en Navidad.
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En las mesas de las familias suelen haber platos con torres de comida y es que por estas fechas los colombianos disfrutan de los manjares navideños de los que incluso algunos el consumo se dispara como sucede con la natilla y las hojuelas, que difícilmente se comen en otra época del año.
Por eso, la gente aprovecha y come estos platos navideños, no hay un mejor mes para hacerlo.
Este diciembre la invitación no es a que se abstenga de comer, por el contrario, es a que se reúna con sus familiares y cocinen para compartir.
Sin embargo, en la Navidad es evidente para los nutricionistas que muchas personas se relajan con su alimentación y se da un abuso y un consumo desmedido de estos manjares.
Según Luis Miguel Becerra, nutricionista clínico pediátrico de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali las consultas en enero aumentan hasta en un 30 % y las personas que abusan comiendo en extremo en estas fechas, ponen en riesgo su salud: “Puede generar diarrea, dolor abdominal, cefalea y palpitaciones. En personas con enfermedades de base como la diabetes o la hipertensión puede ser riesgoso, hasta de hospitalización. Algunas personas que consumen dulces como los niños pueden volverse hiperactivos, impedir el sueño y dar caries”.
¿Qué hacer?
Para equilibrar la alimentación, los especialistas recomiendan hidratarse con agua previo a cada comida porque eso ayuda a disminuir la carga calórica de los alimentos y comer de manera considerada, es decir, no abusar de ninguno de ellos. Además, hay que ir hasta lo más básico que es reconocer las señales de saciedad. “Disfrutar no implica llenarnos, es importante hacer consciente lo que comemos, saborearlo y disfrutar en familia”, dice Ángela Franco nutricionista de la Universidad de Antioquia.
Para el nutricionista Andrés Zapata no es lo que se come sino la cantidad. “El que come poco, come de todo”, dice. Si bien hay distintas formas de pensar la alimentación, para él ningún alimento procesado o frito es el que hace daño sino comer en exceso ese alimento, pero es muy importante que la persona para hacer esto tenga otros buenos hábitos de vida como dormir bien, hacer actividad física y mantener los niveles de estrés bajos. Todo eso ayuda a que el cuerpo reciba mejor un alimento.
Por ejemplo, en estas fechas no deje de hacer ejercicio y si no hace, empiece a hacerlo. Es recomendable, si es una persona que hace actividad física, aumentarla mínimo media hora. “Así que si hace normalmente 1 hora, puede aumentarlo a 1 hora y 30 minutos”, dice Zapata.
Otro consejo es que sea consciente de sus hábitos en diciembre y piense en lo que se va a comer en el día. La planificación es de lo más útil que puede hacer alguien en estas fechas. Si sabe que en la noche asistirá a una fiesta, lo mejor, según dice el especialista Luis Miguel Becerra, es que restrinja algunos alimentos como los carbohidratos y tenga una dieta rica en frutas y vegetales en el almuerzo para así contrarrestar la grasa de otros alimentos que están en una fritanga o en un buñuelo, que son varias calorías, aunque es importante que sepa que la hora en la que consuma estos alimentos no influye en nada. Es decir, esa fritanga se la puede comer a las 12 de la noche perfectamente. “Por poner un ejemplo, cinco buñuelos podrían tener la cantidad de calorías que debe consumir una persona en un día, así que lo importante es que se mida y no se coma 5 sino 3”, dice Franco.
La comida aporta nutrientes pero también desechos y estos el cuerpo los elimina a través de los órganos como el hígado, los riñones, los pulmones, la orina, “incluso la misma sudoración es capaz de eliminar las toxinas del cuerpo” pero para que eso suceda es necesario consumir frutas y verduras, de no ser así, será más difícil eliminar esos desechos.
“Muchas personas en esta época del año descuidan el consumo de los vegetales en una cena navideña y se alimentan con abundantes carbohidratos, snacks dulces y salados, pero se olvidan de los vegetales y mínimo se deberían comer en dos comidas al día porque ellos tienen unos compuestos bioactivos que le ayudan al hígado a hacer procesos de desintoxicación”, explica Andrés Zapata.
¿Qué comer?
Si lo que quiere son alternativas de alimentación hay algunos snacks vegetales que pueden funcionar en estas fechas. La nutricionista Ángela Franco da algunas ideas más allá de los chicharrones y las papas. Por ejemplo, hacer unos “arbolitos” o pinchos de frutas, dips de atún, de queso, hummus con nueces y arándanos o incluso dips de garbanzos. También cocinar palitos de zanahoria y apio y florecitas de brócoli y coliflor. Mientras que Luis Miguel Becerra dice que los frutos secos, las almendras, nueces, las barras de granola y frutas cítricas como la naranja, mandarina y el kiwi pueden ser otra opción. “Si le gusta el dulce, escoja los que tengan menos azúcares añadidos como el bocadillo, la panelita y los dulces de papayuela ayudan a prevenir afectaciones en la salud”.
Si va a tomar por estas fechas, controle el consumo del licor e intente que sean cocteles sin mucho porcentaje de alcohol y tomarlo con moderación. Preferiblemente puede ser vino seco o cervezas (aunque depende de la cantidad). “Si será ron o whisky que estén bien mezclados con sodas que son bebidas no azucaradas y con mucho hielo”.
La mesa está llena y los alimentos esperan para usted. Recuerde que no son ellos los que hacen daño per se, sino la cantidad que consume y los otros hábitos que tenga en su vida. Los nutricionistas saben que son fechas especiales y reconocen la importancia de la comida y las emociones positivas que pueden causar. Por eso, para Navidad disfrute de las fechas especiales, pero recuerde seguir estos consejos para lograr hábitos equilibrados y saludables que impacten posivitamente su salud.
Periodista de la Universidad Pontificia Bolivariana. El sueño de ser médica lo cumplí haciendo periodismo de salud. También escribo sobre ciencia y de vez en cuando cultura.