El Ministerio de Medio Ambiente tomó la decisión esta semana de declarar el Salto de Tequendama, una cascada natural ubicada a 30 kilómetros de Bogotá, como Patrimonio Natural de Colombia, por ser considerado uno de los escenarios paisajísticos más importantes del país.
Las aguas de esta cascada caen desde una altura de 157 metros, sobre un abismo rocoso circular. Una mezcla de bosque y neblina configuran un ecosistema que es el hogar de más de 120 especies de fauna, entre las que se encuentra el emblemático oso de anteojos, y otros reptiles e insectos únicos en la región.
Esta designación implica que Minambiente y el Ideam desarrollen una metodología específica para estimación de caudal ambiental y ecológico del Río Bogotá, del cual se nutre la cascada, con el fin de garantizar la prestación y conservación del servicio ecosistémico cultural del Salto.
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“Sus únicas y hermosas características fueron parte del escudo nacional, portadilla del papel periódico ilustrado y sirvió de inspiración a muchos viajeros, poetas, enamorados y artistas que le brindaron un homenaje a través de sus expresiones y obras”, dijo el Ministerio de Ambiente en un comunicado.
El biólogo Alexander Von Humboldt describió en su momento este ecosistema como infinitamente bello. Una publicación del Centro de Desarrollo Sostenible para América Latina de la Universidad de los Andes recopiló sus palabras: “Yo creo que no existe ninguna caída de agua de esta altura por la que se precipite tanta agua y en la que se evapore tanta”.
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