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¿Alguna vez le ha pasado que acaricia a su gato y él llora? O tal vez, ¿intenta darle un beso a su perro y quiere morderlo? Hay señales que debe tener presentes siempre, antes de darle una demostración física de afecto a una mascota, especialmente si no es la suya.
“Es de vital importancia que cada persona conozca a su animal de compañía porque hay perros y gatos que les gustan los abrazos y no se sienten intimidados, al contrario, lo disfrutan. Mientras que hay otras mascotas que se sienten incómodas con esto”, explica Andrea Mejía Mejía, médica veterinaria de la Universidad CES y etóloga clínica de la Universidad Autónoma de Barcelona.
La veterinaria menciona que esto se debe a varios factores, uno de ellos está determinado por la crianza, algunos desde pequeños han sido acostumbrados a los besos y abrazos, otros por su parte en su etapa de cachorros no han tenido este tipo de contactos y si en la etapa adulta se empieza de la nada a hacerlo, se van a sentir incómodos. Por otro lado, el aspecto histórico también define el comportamiento de cada especie.
Para la médica veterinaria y magíster en etología, Catalina Mejía Isaza, “los perros llevan más años de domesticación y llevan también mucho tiempo compartiendo con los humanos, según los estudios, entre 15.000 y 40.000 años, eso hace que ellos sean más tolerantes ante las muestras de amor”.
¿Puedo darle un beso?
Cada mascota es diferente, se trata de conocerlos bien para saber si esto es o no oportuno. “Sin embargo, hay personas que malinterpretan los besos en los perros porque ellos normalmente lamen los labios de los humanos y esto se conoce como lamido de belfos, y ellos lo hacen para pedir atención, comida o juegos”, explica Andrea Mejía.
Para ella, en el caso de los gatos, que no toleran tanto las demostraciones físicas de afecto, su manera de manifestar amor es sentarse en las piernas de su amo o acariciarlo con el cuerpo, frotando la cara con frecuencia.
Entonces bien, los besos y los abrazos dependen de la personalidad de cada mascota, pero se recomienda no hacer esto con perros o gatos que usted no conoce para evitar que lo ataquen. “Si la mascota no es de nosotros, lo ideal es esperar a que sea el animal quien inicie el contacto, antes de que nosotros lo toquemos o interactuémos con él, se debe darle la oportunidad de que sea él quien decida si quiere ese contacto físico o no”, indica Catalina Mejía.
Aunque su mascota no pueda hablar su mismo idioma, sí se comunica por medio de gestos o lenguajes corporales para decirle que algo le gusta (ver el recuadro de radiografía), su deber como amo es comprender su animal de compañía