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La vacuna contra el cáncer existe y no es la clásica. La que seguro usted reconoce se pone una vez en la vida para que no le dé sarampión, paperas o rubéola.
Esta, en cambio, es una terapéutica que lo que hace es “castrar un factor de crecimiento del tumor”, dijo a EL COLOMBIANO Kalet León, director del Centro de Inmunología Molecular de La Habana (CIM). Significa que deja morir de hambre a las células cancerosas.
Más que de una vacuna, el investigador del CIM, Orestes Santos, le dijo a la AFP que prefería llamarle “inmunoterapia activa”, que actúa sobre la proteína EGF (factor de crecimiento epidérmico).
“El tumor del cáncer de pulmón necesita el EGF para su crecimiento y proliferación, y lo que hicimos en nuestro centro fue desarrollar un producto que genera anticuerpos contra esa proteína”, explicó Santos.
La CIMAvax-EGF, creada por Cuba en 2011 luego de 15 años de investigación, con derecho de patente en todo el mundo, funciona específicamente para el cáncer de pulmón no microcítico (CPNM) avanzado. Esta no previene este tipo de cáncer ni lo cura, sino que lo controla, pues lo que se busca es convertir esta enfermedad en crónica, como la hipertensión o la diabetes, de modo que se pueda prolongar más una vida de calidad en los pacientes a los que ya no les funcionó la quimioterapia ni la radioterapia.
El Cimavax-EGF es una de las pocas opciones disponibles en el mundo para controlar la mortífera enfermedad. En los pacientes tratados en Cuba, la prolongación de la vida fue de hasta cinco años, algo casi impensable para quienes sufren la afección en su estado más avanzado, pues el índice de sobrevivencia no supera el año, y máximo los 18 meses.
Esta debe ser aplicada en el momento en que el paciente concluye su tratamiento de radioterapia o quimioterapia y es considerado terminal o sin alternativa terapéutica. Esto se debe a que el tratamiento ayuda a controlar el crecimiento del tumor sin toxicidad asociada.
El avance biotecnológico cubano, que empezó a desarrollarse en la década de los 80 del siglo pasado, sorteó las múltiples limitaciones que impuso Washington para que Cuba accediera a tecnología de punta, de acuerdo con Mary E. Reid, directora de detección de cáncer y supervivencia del Roswell Park Comprehensive Cancer Center.
Ella aseguró a este periódico que esto fue lo que impulsó a Cuba a buscar sus soluciones. Y esto ha dado buenos frutos, incluso para los Estados Unidos. Desde septiembre de 2018, decenas de miles de norteamericanos están saliendo potencialmente beneficiados por el avance isleño.
Interesado en este tratamiento, el Roswell Park Cancer Center, con sede en Búfalo (Nueva York), contactó con el centro cubano en 2015, durante una misión comercial de Estados Unidos a la isla en medio del histórico deshielo de las relaciones.
Y aunque luego volvieron a enfriarse, finalmente fue esta institución del sector la primera en recibir un permiso de la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) para patrocinar las pruebas de una terapia médica cubana en la nación del norte.
La vacuna fue diseñada para combatir una proteína presente en los seres humanos: el factor de crecimiento epidérmico.
Kalet León continúa contando que fue el CIM el que logró “una composición tal que generara anticuerpos contra esta proteína”. Cuando una persona tiene cáncer, esta proteína, que controla los procesos de multiplicación de células, se descontrola haciendo que estas se reproduzcan de forma imparable. Ya que hace parte del cuerpo, este no produce anticuerpos contra ella.
Así que es una vacuna porque moviliza a los receptores de la respuesta inmune y los activa. Lo mismo sucede con las otras: “Cuando se vacuna y luego se infecta después, esta activación del sistema inmune lo protege. No es que usted no se infecte”, aclara León.
A principios de diciembre, el Centro Oncológico de Antioquia (COA) firmó una alianza con los centros cubano y estadounidense.
Una buena noticia para el país y la región. El COA, que recientemente estrenó sede en Envigado, es el lugar que atiende más usuarios del régimen subsidiado, de acuerdo con Vadin Ángel Ramírez, su director. El cáncer de mama es el que tratan con más frecuencia.
En ciencia y medicina son las alianzas las que están logrando romper barreras. Hoy más de 5.000 pacientes en el mundo ya están usando la inmunoterapia activa con CIMAVa.x-EGGF, incluidos colombianos