Latina Stereo es un caso de estudio para los investigadores de las relaciones entre los medios de comunicación y las audiencias. Su presencia en el sentimentario antioqueño ha llegado al punto de trazar el perfil de los salseros de Medellín a un grado que pocas veces se ha visto en otras partes. ¿Piensa que exagero? Basta echarle un vistazo a los oyentes de la emisora que han decidido tatuarse el logo de las palmeras o el nombre de Latina para darse cuenta de que no hay un pelín de hipérbole en lo dicho. Por eso, el aniversario cuarenta de Latina ha sido un acontecimiento para los amantes de la melodía fina.
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EL COLOMBIANO conversó con Diego Andrés Aranda, actual director de emisora, que lleva ocho años en ella y uno en el cargo.
“Latina se ha mantenido en un estilo musical que fue el que el mismo público escogió en los ochenta. Ha crecido en audiencia y afinidad con la salsa dura, el repertorio clásico y las letras que la identifican”, señala Aranda. Según él, esa coherencia ha permitido que la emisora mantenga su vínculo con la comunidad salsera, no solo en Medellín sino en varias ciudades de América Latina.
Desde sus primeros años, Latina influyó en la vida cultural de los barrios de la ciudad. Durante la década de los noventa, su programación alentó la formación de orquestas locales y acompañó la consolidación de eventos y espacios para los salseros de acero y acera. La emisora ha estado presente en distintos conciertos y actividades comunitarias, fortaleciendo la relación entre la música, la identidad barrial y el espacio público.
El sello de la emisora ha sido siempre la salsa dura, o “salsa de barrio”. Aranda explica que mantener esa línea fue una decisión estratégica y cultural: “Decidimos mantenernos en ese estilo porque ninguna otra emisora lo estaba atendiendo, mientras las modas cambiaban. Es la salsa con letras que cuentan historias y con ritmos que identifican al salsero tradicional, ese que le ha transmitido su gusto a nuevas generaciones”.
El actual director de Latina menciona que esa cercanía se refuerza con gestos sencillos: los saludos en vivo (los archifamosos salsaludos), que consisten en la mención de los oyentes por sus nombres o apodos, y la presencia simbólica de la emisora en espacios tan distintos como los barrios, los buses, los talleres.
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En medio de los cambios tecnológicos que atraviesan a los medios de comunicación, Latina ha logrado adaptarse sin perder su carácter. “Si no te adaptas, desapareces”, dice Aranda. A finales de los noventa, la emisora lanzó su sitio web y poco después implementó la señal en streaming, lo que permitió ampliar su audiencia más allá de Colombia. “El lenguaje se mantuvo, pero aprendimos a narrar desde las nuevas dinámicas digitales”, agrega.
Hoy, Latina tiene oyentes en Bogotá, Cali, Barranquilla y otras ciudades del país. También reportan sintonía desde México, Perú y Puerto Rico. “En Puerto Rico, por ejemplo, los oyentes nos dicen que allá prácticamente está desapareciendo la tradición salsera y que Latina les permite seguir conectados con ella”, comenta Aranda.
- ¿Cómo ha influido Latina en la cultura de Medellín?
- Ha apoyado la formación de orquestas, conciertos locales y la identidad musical de los barrios.
- ¿Dónde se puede escuchar Latina Stereo fuera de Medellín?
- Actualmente en Bogotá, Cali, Barranquilla, México, Perú y Puerto Rico a través de streaming.