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Así como los humanos, las mascotas, especialmente los caninos, también necesitan de vacaciones. O por lo menos de un período en el que se salgan de su rutina y puedan desarrollar otras experiencias.
La etóloga Margarita Solórzano, directora de Mascotas Club Campestre, sostiene que aunque estos animales se encuentren en un entorno que les brinde las condiciones de bienestar, necesitan de cuando en cuando un cambio. “Los perros empiezan a estresarse, a aburrirse. Aunque sea una familia muy linda y tengan un hogar muy bonito, también ellos quieren tener cambios de vez en cuando, que los lleven a un sitio en donde pasen delicioso, tengan la oportunidad de compartir con otras mascotas, hacer ejercicio y explorar”.
Es muy importante, añade la especialista, que el sitio en el que pasen esta temporada no sea solo un espacio que se limite a brindarles un alimento y un cuidado básico. Esto en lugar de beneficiarlos, aumentaría su carga de estrés al verse alejados de su entorno, de su familia y sin tener oportunidades de diversión.
Contrario a lo que se podría pensar, el hecho de darle vacaciones a las mascotas no hace parte de la tendencia de humanización de los animales.
En el caso de los perros, explica Margarita, lo que se da es la oportunidad de que puedan estar en manada, con sus pares, incluso practicar algunos juegos que con un ser humano serían reprimidos, como el morderse.
Pero no es solo un período de vacaciones una vez al año. La idea, sostiene Octavio Augusto Salazar, veterinario de Laurelpet, es que como una práctica cotidiana el perro pueda salir al parque, pueda jugar, interactuar con otros caninos.
Algo útil para bajarle los niveles de ansiedad y que sean menos destructivos.
A diferencia de los perros, los gatos no necesitan un cambio de entorno para descansar. Por el contrario la rutina y la estabilidad en su hábitat parecen ser la nota que más los caracteriza.
Incluso un gato que está fuera de su espacio habitual puede presentar problemas de salud porque pueden reaccionar con falta de apetito y sin hacer sus necesidades fisiológicas, “lo que lleva a problemas renales”, revela el veterinario de Laurelpet.
Pero estos felinos también necesitan moverse y ejercitarse, especialmente cuando son criados en espacios pequeños, como un apartamento.
Por eso vacaciones no es lo que requieren. La recomendación es darles condiciones en la vivienda para que se mantengan activos.
“Lo mejor es un enriquecimiento ambiental con juguetes apropiados y un pequeño gimnasio”, dice la experta Margarita Solórzano. No es para que la mascota juegue sola. Su amo debe dedicar algunos minutos de su día para acompañarlo en esta estrategia.
“Una pelota, una bola de papel, un palito con un cordel y una pluma son elementos que se pueden desarrollar para jugar con los gatos”.
Así, más que unos días específicos de vacaciones, a las mascotas se les deben propiciar en su cotidianidad espacios para que liberen su estrés.