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¿Por qué damos regalos en Navidad?
Es un gesto milenario de agradecimiento. Le contamos la historia, justo
en estas fechas que se dan tantos.
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Dar regalos es una tradición milenaria. Foto: archivo
23 de diciembre de 2021
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Más de mil años antes de que los sabios (porque no eran ni magos ni reyes) llegaran a Belén a llevarle incienso, mirra y oro al Niño Jesús, ya los fenicios, persas y romanos entregaban regalos en eventos puntuales.
Los fenicios hace tres mil años repartían dádivas cada vez que llegaban a un país extraño. Lo hacían para ganarse la confianza de los mercaderes al momento de hacer los trueques. Lo mismo sucedía con los persas, que como acto de buena suerte, ofrecían a sus allegados frutos frescos.
Entre los romanos, antes del nacimiento de Cristo, se repartían regalos durante las fiestas conocidas como Saturnalia, hechas en honor a Saturno, el dios de la agricultura y de la cosecha.
Pero solo fue hasta el siglo IV, en el territorio que hoy ocupa Turquía, que inició la tradición de regalos de Navidad, a partir de la historia de San Nicolás, que fue un niño huérfano que heredó una gran fortuna de sus padres, cuenta el cronista y profesor Néstor Armando Alzate.
La historia cuenta que ya adulto, Nicolás salía la noche de Navidad a repartir regalos a los niños huérfanos, que dejaba en las ventanas de sus casas o en orfanatos.
Inicialmente se acostumbraba regalar ropa, juguetes hechos a mano o alimentos. Sin embargo, tras la revolución industrial (segunda mitad del siglo XVIII ) se empezó a conmemorar el nacimiento del Niño Jesús, obsequiando todo tipo de productos.
Los reyes
La historiadora y filósofa Claudia Avendaño, docente del Centro de Humanidades de la Universidad Pontificia Bolivariana, relata que la costumbre en el catolicismo (en especial en el Día de Reyes) de dejar regalos se instaló en España en la segunda mitad del siglo XIX.
En esa fecha, 6 de enero, en el mundo cristiano se celebra el día de la Epifanía, es decir, el momento en el que Jesús se dio a conocer al mundo. Así como los Reyes Magos habían dado obsequios a Jesús, ahora se los dejan a los niños. Apunta Avendaño que además el festejo coincidía con una celebración celta, para brindar que había superado lo más duro del invierno.
En América Latina y algunos países de África, en especial en el campo, no se conocía la costumbre de los reyes magos y los campesinos comenzaron a celebrar, el 25 de diciembre, la llegada del Niño Jesús.
Al explicar las razones del porqué el ser humano da regalos, el libro The Social Psychology (La psicología social de los regalos), citado por el diario El País de España, señala que los regalos son símbolos de las relaciones entre las personas.
“Es una de las formas en que se transmite la imagen que tienen los demás de nosotros mismos. De ahí que muchas veces compremos un regalo pensando más en la impresión y emoción que va a sentir el regalado al abrirlo que en su utilidad real”.
Aguinaldo
Al respecto, Néstor Armando Alzate recuerda que el acto de compartir es natural del ser humano, porque además de ayudar a la supervivencia del otro es una forma de crear un hábito social de afecto y amistad.
“Con el andar del tiempo, en todas las sociedades, siempre se le daba una dádiva o regalo a alguien, especialmente en épocas de celebración”, dice Alzate, que recuerda que a las personas que prestaban un servicio, al final del año le daban una compensación por su labor.
“Eso significó que lo que era una concesión se volviera una obligación y nace el concepto de aguinaldo, que viene del término celta, que es regalo, lo que posteriormente se convirtió en un bono o prima de Navidad para los trabajadores”.
El periodista considera que dar un regalo, de cierta manera, es entregar algo de sí mismo al otro en “una muestra de amor”.
Ya sea por tradición de los sabios que adoraron a Jesús o por los romanos que le agradecían a Saturno por sus cosechas o por los intereses comerciales de fenicios y persas, dar regalos es una costumbre universal, y más en estos días de Navidad
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