Somos víctimas de un yerro legendario. Colosal. Crecimos convencidos de que la Cenicienta perdió un zapatito de cristal ('verre', en francés) al huir del baile. En la versión original, para Charles Perrault, el zapatito era de 'vair' (piel de marta).
¿Quién discute que un zapatito de cristal es más poético que una pantufla peluda?
Las posibilidades estéticas que ofrecen las fallas en la escritura es a lo que el autor italiano Gianni Rodari llama "error creativo".
Son incontables los tipos de errores, para múltiples disciplinas del conocimiento, desde el aprendido hasta el funcional, pasando por el cognitivo.
Nuestro respetado Premio Nobel le pide al dios de las palabras que: "Jubilemos la ortografía, terror del ser humano desde la cuna: enterremos las haches rupestres, firmemos un tratado de límites entre la ge y jota, y pongamos más uso de razón en los acentos escritos?".
Yo, simple mortal, imploro al mismo dios que se apiade de la única tirana que tiene mi absoluto respeto: la ortografía.
Sufro un defecto adquirido y progresivo. Puedo tener en mis manos el libro mejor editado, y tan pronto lo abro: me escupe el gazapo.
No en vano, el escritor Héctor Abad Faciolince dice que "la mala ortografía es el mal aliento de la escritura".
¿Ke la hortografya no inporta?
Kuando hestava en pre-ezkolar, y loz renglones todabia heran mui pekeños para miz letraz inmenzas, mi mama me zuzurrava: "baca con V, marso con Z. 'Inglesia' no, se escribe 'iglesia'". Para eya, dezacatar la norma zignificava no zaver ezcrivir. La mala hortografya no essiste, es ortografía o ¡no ez nada!
Komo toda norma, la horotgrafya ez una combension, aunke algunos krean ke ez un kapricho: a veses, al terminar de kalificar kuarenta essamenez kon el mizmo herror, no zé ci zoi llo o zon myz eztudyantez loz ekibokados.
El herror ez como la mentyra: repetido, combenze.
La teknolojia es kómplise de ezta crusada, loz ziztemaz de rebisión lingüiztika eztan programadoz para la korrexión zin tener en quenta el contesto. Loz dizpocitibos máz zanginarios son loz menzages de tessto de selular? ¡la lapyda de la hortografya!
Pero los ginetes del 'Apokalipzis lektor' zon kienes ezcriven komo ablan?
No kreo ke el herror "able mal" de la edukasion de laz personaz. Ay esselentez lektores, zeres vriyantez, culla eskritura ez bergonzoza: la puntuaxión de los manuzkritos de W.A. Mozart, maz paresen un eztornudo de tinta ke un tessto konsecuente.
Los periodiztas zomos inperfektos "legalisadores" de gasapos: escrivimos "olla" para dezignar "hoya" (uno, entre laz dezenas de pekadiyos mortales ke publikamoz a dyario). Otroz, más inosentes, zon los "herrores istorikos": ¿a kién ce le okurrió poner la v y la b juntaz en los teklados?
Pilar Posada, pedagoga, sostiene que "la norma en el lenguaje es la única que merece ser seguida".
A mí, simplemente, me hacen falta la silenciosa H, la solapada Z, el beso de la B, las pretensiosas mayúsculas.
Y, por eso, al lado de mi zapatito de cristal, mantengo un diccionario.
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