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Antioquia afronta días favorables en su lucha contra la pandemia. Ante la Asamblea Departamental, la secretaria seccional de Salud, Lina Bustamante y el gerente para la atención del Covid, Leopoldo Giraldo, entregó el balance y reporte de las acciones adelantadas en el marco de la pandemia, resaltando, entre otros aspectos, que la variante delta no ha logrado tener un impacto negativo en las cifras de contagios y muertes.
Según precisó Giraldo, con corte al lunes el departamento tenía un total de 752.080 casos de covid, y un total de 2.813 casos activos. “En la última semana, hemos tenido una positividad del 6,2%, cifras alentadoras ya que en momentos críticos tuvimos una positividad de hasta el 30%”, informó el funcionario.
“A hoy tenemos una ocupación de UCI del 82,86% donde el grueso de los pacientes son no covid”, precisó.
Pero aunque la pandemia ha cedido terreno, lo cual se ve reflejado en una disminución sustancial de pacientes covid en UCI y cuidados críticos, en el departamento vigilan dos fenómenos que eventualmente podrían generar presión sobre estos servicios de salud.
El primero tiene que ver con un aumento en la criticidad de enfermedades crónicas debido al rezago en la atención y tratamientos de los pacientes durante la pandemia, lo que ha ocasionado que llegan a atención hospitalario con sus patologías en estado avanzado.
El segundo fenómeno tiene que ver con un aumento de infecciones respiratorias agudas (IRA) no asociadas al covid. El problema se ha visto con particular fuerza en la región del Norte y Nordeste, según la Seccional.
Respecto a este último, las autoridades de salud departamental adelantan un piloto en Yolombo y Yarumal para analizar cuáles son los virus que están circulando en el departamento y cuáles pueden ser los tratamientos más efectivos para tratarlos y luego poder replicar esos aprendizajes en todo el departamento.
Respecto a las enfermedades crónicas, autoridades del sector salud piden a los pacientes reanudar sus tratamientos, asistir a los controles y estrategias de prevención, entiendo que durante 2020 había un comprensible temor que los alejó de los servicios médicos, pero que en el momento actual que vive el departamento, con buenas cifras de vacunación y servicios de salud disponibles, es confiable retomar las atenciones requeridas de manera presencial, y así evitar que enfermedades controlables lleguen a un punto crítico que además generen presión sobre el sistema de salud.
El último reporte de la Gobernación indica que hay 1.027 camas; se han desactivado 400