<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

Balaceras revivieron los momentos más dolorosos en Santo Domingo

Un cruce de disparos de dos horas se presentó el martes en la comuna 1. Dos bandas se enfrentaron y aterraron a la población.

  • Los patrullajes de la Policía en la zona han dado algo de tranquilidad a los habitantes de los barrios La Torre, de Medellín, y El Pinar, de Bello. Ayer, la vida transcurría con normalidad, aunque hay temor de que ocurra otro enfrentamiento. FOTO julio césar herrera
    Los patrullajes de la Policía en la zona han dado algo de tranquilidad a los habitantes de los barrios La Torre, de Medellín, y El Pinar, de Bello. Ayer, la vida transcurría con normalidad, aunque hay temor de que ocurra otro enfrentamiento. FOTO julio césar herrera
  • Vista del barrio El Pinar, en jurisdicción de Bello. Foto: Julio César Herrera.
    Vista del barrio El Pinar, en jurisdicción de Bello. Foto: Julio César Herrera.
Balaceras en Santo Domingo revivieron recuerdos dolorosos
25 de febrero de 2022
bookmark

El ruido de las balas, amplificado en el eco que generan las montañas, revivió los recuerdos de los tiempos más aciagos.

Pasado el mediodía del martes, Rosario* extendía ropa en el solar de su casa. De reojo alcanzó a ver que unos hombres corrían por un matorral. No pudo siquiera contarlos, ni detallar sus vestimentas, pero supo que algo malo estaba por ocurrir. Entonces se desató la balacera. ¡Era como volver al pasado!

El barrio La Torre, de la comuna 1, está en la parte más alta de la ladera. Hace parte de la comuna 1 de Medellín, pero una hondonada lo separa de El Pinar, jurisdicción de Bello. Entre ambos barrios fue la balacera. Los de La Torre, desde abajo, disparaban a sus rivales, atrincherados en El Pinar, sobre una cumbre.

Vista del barrio El Pinar, en jurisdicción de Bello. Foto: Julio César Herrera.
Vista del barrio El Pinar, en jurisdicción de Bello. Foto: Julio César Herrera.

Rosario tenía razón: algo malo estaba por pasar. El angustioso cruce de disparos, que dejó a la comunidad en la mitad, duró más de dos horas. Durante ese tiempo, Aracelly*, habitante de El Pinar, se resguardó en una habitación con su abuela, de 91 años, que sollozaba. “Hacía muchos años no pasaba algo así por acá. Mi abuela estaba muy asustada y recordó los momentos violentos del barrio. También tenemos una bebé y no pudimos salir a comprarle pañales ayer, asustados de que algo volviera a pasar”, contó la mujer.

La Policía intervino y la balacera concluyó sobre las 3:00 de la tarde. Un hombre de 23 años intentó escurrirse de las autoridades, corriendo por los callejones, pero fue atrapado. Llevaba una escopeta Mosberg con tres cartuchos. Más adelante fue capturado otro hombre, de 40 años, habitante de La Torre y quien tenía en su poder 31 cartuchos de nueve milímetros. Aunque no es oficial, se comenta que uno de los de arriba, de El Pinar, fue herido y sus compañeros lo auxiliaron.

Recostado sobre un poste, uno de los “muchachos que maneja la vuelta” en La Torre comentó que la disputa comenzó porque los de arriba quieren someter a los de abajo. “Este barrio es muy tranquilo, pero hay unos que buscan lo que no es de ellos. Quieren meterse y entonces hay problemas”, precisó.

Una de las hipótesis que se maneja es que entre las bandas de El Pinar y La Torre hubo una fractura. Estas operan bajo el poder de San Pablo, organización que agrupa a casi todos los combos de la zona alta de la comuna nororiental. “Disparos y ráfagas de fusil en el barrio Santo Domingo. Por primera vez en mucho tiempo, una ruptura del pacto entre criminales”, opinó Andrés Tobón, exsecretario de Seguridad de Medellín.

https://www.instagram.com/p/CaVUxI6Fcgd/

Para Fernando Quijano, presidente de Corpades, la teoría de una ruptura entre las bandas tiene peso: “Podría ser, aunque no es oficial, que es un intento de toma de territorio. Lo que hay que preguntar es por qué la Policía y el Ejército solo llegaron después”.

Frágil tranquilidad

Pese a lo que temían muchos habitantes, la noche del martes fue tranquila. No se volvieron a escuchar detonaciones y la vida transcurrió con relativa normalidad, como en la última década. Ayer, los niños jugaban en la calle junto a los policías que patrullaban en el sector; les quitaban los cascos a los uniformados y simulaban imponer el orden.

Sin embargo, la tranquilidad es frágil. Recibiendo el sol, sentado en una silla Rimax, Ricardo*, uno de los fundadores del barrio La Torre, comentaba a un contertulio: “Eso va a seguir pasando mientras no haya presencia del Estado. Comparado a lo que veíamos antes, en los 90 o a principios del 2000, fue solo una escaramuza. Lo que pasa es que ya no estamos acostumbrados y ya no es como antes”.

El cruce de disparos del martes trajo recuerdos dolorosos a muchos habitantes del barrio. Rememoran, por ejemplo, la matanza de seis personas a mansalva en 2010, o los tiros de fusil que abrían paredes y dejaban huecos por donde se colaba la luz.

Lo cierto es que la Policía y el Ejército seguirán patrullando. Un oficial que estaba en La Torre comentó, de manera informal, que “los muchachos de los combos” se iban a esconder un tiempo luego del desorden que armaron.

Mientras avanzan las investigaciones, los habitantes solo esperan que esos disparos no sean una premonición de una vuelta al pasado . n

* Nombres cambiados por seguridad

Infográfico

Te puede interesar

El empleo que busca está a un clic

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD