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El viaje con una sola pasajera que desarrollaba el conductor de un bus adscrito a la empresa El Poblado-Laureles en la tarde del sábado, en el centro de Medellín, se vio interrumpido por el paso de la marcha en favor de la marihuana y por un pequeño grupo de hombres que lo rodearon y le rayaron el vehículo en cuestión de tres minutos.
Así lo relata *Adolfo, quien detalló que el hecho ocurrió en el cruce de la avenida Oriental con la calle San Juan, a las 5:30 de la tarde, cuando según su versión se orilló a esperar que la multitud pasara:
“Yo me cuadro a esperar a que pase la marcha y llegaron un grupo de seis o siete personas a pintar el carro. Traté de reversar pero había mucha gente y después aporreaba a una persona y la cosa se podía poner más delicada. En ningún momento me agredieron o me dijeron algo”, relató.
(Vea aquí las fotos de la marcha de la marihuana en Medellín)
De acuerdo con el relato del conductor, la multitud se dispersó de ese punto del centro de la ciudad cuando un grupo de policías bachilleres hizo presencia en el lugar. Sin embargo el carro ya estaba pintado.
David Ponce, uno de los voceros de la manifestación que recorrió las calles del Centro de Medellín, rechazó este acto que empaña la marcha y desvía la atención y calificó como muy positiva la marcha a la que le calculó más de 100 mil participantes:
“Como organizadores de la marcha rechazamos este tipo de acciones donde se daña tanto propiedad privada como propiedad pública. Son pequeños grupo de personas que se expresan por medio del grafiti pero no veo ninguna justificación para esta situación porque es algo que no debe ocurrir. Siempre hemos invitado a los grafiteros a que busquen las maneras de poder presentar su arte sin necesidad de dañar propiedad privada”, indicó.
Además Ponce agregó que la gente no debe centrarse en ese hecho porque “fue completamente pacífica, no hubo lesionados ni heridos y no fue necesario la presencia masiva de la policía sino un simple acompañamiento. No se puede juzgar toda una manifestación por ello.”
Indagado sobre el balance del evento, que ajusta nueve años, Ponce lo calificó como muy positivo al ser la más pacífica y feliz de la ciudad: “no podía ser mejor porque los usuarios de cannabis vuelven a salir a la calle a manifestarse en contra de las leyes prohibicionistas. Nos alegra demasiado tener la presencia de los pacientes medicinales y sus familias y que la gente se exprese para que el consumo recreativo no se vea como un delito sino como un derecho”.
*Nombre cambiado a petición de la fuente