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Un movimiento extraño alertó a los empleados de un cafetal en la hacienda El Carmen de la vereda Piedras Abajo, en el municipio de Alejandría. En el suelo, en medio de hojas y granos secos, vieron una boa constrictor de casi tres metros de largo que los asustó.
Los jóvenes corrieron hasta la casa y alertaron a Rosalía Madrid, hermana de la propietaria de la finca, sobre la situación. “Hay una culebra muy grande, venga y vea usted si la matamos o qué hacemos con ella”, le dijeron.
La campesina, que también se dedica a labores de confección, corrió hasta el sitio con un lazo en la mano y con la ayuda de tres hombres tomaron al reptil por la cabeza. “Lo llevamos a la casa. Yo dije que no lo matáramos porque no parecía venenoso. Entonces llamamos...
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