24 %
es la penetración de internet en Medellín, según MinTIC y la Alcaldía.
En Moravia cada día a las 4:40 a.m. las luces de una casa se encendían y una joven de 16 años iniciaba una carrera contrarreloj para hacer las tareas. Tenía solo una hora para buscar la información, revisar los mensajes de sus profesores y transcribir todo a un cuaderno, porque a las 5:40 a.m. su mamá salía a trabajar y se llevaba el celular. En la casa no había computador.
Desde que empezó la cuarentena las clases se volvieron una lucha contra las dificultades técnicas para ella, Shirly Sofía Contreras. Solo podía volver a conectarse después de las 3:00 p.m. cuando su madre regresaba de trabajar y aún con el equipo móvil en la casa, no podía hacer las actividades en programas como excel y word.
“Cuando empezamos a hacer la flexibilización del aprendizaje en casa comenzamos a ver problemas de accesibilidad en los estudiantes. Los rectores nos reportaron los casos y buscamos ayuda con el Gobierno Nacional, pero la situación era compleja. Entonces en una reunión con empresarios ellos ofrecieron donarnos algunos equipos”, contó Alexandra Agudelo, secretaria de Educación de Medellín.
Así nació la Donatón Tecnológica, una iniciativa que busca llevar computadores, planes de datos y tabletas a esos estudiantes que carecen de medios y recursos para adquirirlos. Shirly Sofía fue la primera beneficiada del proyecto que, en la primera semana, recibió 200 equipos.
Pero los problemas que tenía Shirly se repiten en otros 105.000 hogares de Medellín donde hay estudiantes de primaria y bachillerato sin equipos o conexión a internet, según un censo elaborado por la Secretaría de Educación de Medellín, con rectores y jefes de núcleo.
“Estoy muy contenta. Un computador para un estudiante es muy importante y yo quiero estudiar diseño de software, porque me gusta mucho todo lo que tiene que ver con la tecnología”, contó la chica el pasado 13 de mayo, cuando por fin pudo abrir excel desde su casa.
El desafío sigue siendo de grandes dimensiones: por ley el Estado debe dotar de tecnología a los colegios, pero no puede hacerlo con los estudiantes, y aún así los recursos son insuficientes porque, según las estadísticas de la misma Secretaría, en la ciudad hay un computador por cada seis alumnos. La meta en tres años es bajar ese indicador a dos por equipo, señaló Agudelo.
Eso sin contar con las universidades, donde en promedio entre el 10 % y 20 % de los estudiantes han manifestado problemas por falta de equipos o conexión.
¿Cuántos conectados?
Los datos del Ministerio de las TIC indican que a diciembre de 2019, en Colombia había 6,96 millones de accesos fijos a internet. Medellín es la segunda ciudad con más conexiones, 611.723, aunque eso solo equivale a un 24 % de penetración.
A eso se suma que la velocidad promedio —en el reporte del Ministerio, con corte a diciembre de 2019— no es tan buena como en otras ciudades (ver gráfico), pues mientras aquí el tiempo para cargar páginas y contenidos es de 134,65 megabits por segundo (mbps), en Bogotá esa velocidad es de 439,54.
La Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) reportó que en abril el tráfico de internet aumentó 11,5 % respecto a marzo, cuando empezó la cuarentena.
Y los operadores han estado implementando planes de mejora. TigoUne, uno de los de mayor cobertura en la ciudad, reportó que la velocidad promedio de Medellín, en los últimos 12 meses, creció 58 % entre sus usuarios.
“En cuanto a la comparación con otras ciudades, es importante explicar que esto depende de los planes que tenga contratado cada hogar, sumado a esto la velocidad de descarga también depende de los horarios de conexión y picos de uso de los usuarios”, reportó la empresa y agregó que trabaja con un equipo de 510 colaboradores para suplir las demanda de instalación en Antioquia. En todo el país hay 1.119 técnicos haciendo instalaciones y 595 a cargo de las reparaciones.
El plan de desarrollo de Medellín, que está en discusión en el Concejo, reconoce que si la ciudad quiere ser un valle del software debe mejorar su acceso a la red y por eso se fija como meta construir una red de fibra óptica que cubra en gran parte el territorio y que permita llegar a menos de 50 metros del punto de conexión de cada abonado al servicio.
Con eso se implementaría una red de fibra neutra (alta velocidad) a la que se conectará el conglomerado público (empresas del municipio) y por lo menos 15 % de las empresas privadas de aquí a 2023.
En cuanto a hogares, la meta es que el 70 % de ellos acceda a esta red en el cuatrienio, y que el 100 % de las casas de la ciudad lo pueda hacer a 2030.
Y del teletrabajo
Pero no solo la educación se vio transformada por la pandemia. Aunque en Colombia se habla de teletrabajo desde hace más de una década, Nicolás Posada López, director del Comité Intergremial de Antioquia, señaló que más del 90 % de las empresas no estaba preparada para eso.
“Fue u n cambio muy difícil porque no era solo tener una conexión a internet en la casa; no había protocolos, sillas ergonómicas, espacios sin interrupciones y otras cosas necesarias para que ese teletrabajo sea productivo”, dijo.
El directivo reconoció que, sin embargo, este ejercicio sí permitió que muchas compañías entendieran que ciertas actividades sí se pueden hacer en esa modalidad: “Hay funciones administrativas que fácilmente pueden seguir en teletrabajo, con una buena red de apoyo. Eso podría significar ahorro de costos en alquiler de espacios y hasta tener beneficios para la ciudad porque baja la congestión vial”.
Para Diego Molano Vega, exministro de las TIC, este empujón de las empresas hacia el teletrabajo ya no tiene reversa: “Es una transición a una nueva economía y las empresas que no se adapten serán superadas por otras que sí lo hagan”.
Molano señaló que es necesario y urgente hacer capacitaciones en todos los niveles para aprovechar mejor los recursos que ofrece la red, no solo para mejorar empleos sino para crear otros y fortalecer el sector educativo: “Muchas empresas no están teletrabajando y en educación no tenemos virtualidad sino asistencia remota. Esa tendencia en el mundo ya cambió”.
La encuesta de apropiación digital del Centro Nacional de Consultoría le da la razón: aunque cuatro de cada cinco colombianos ya entró a internet (al menos en las principales ciudades), la mitad solo usa esa herramienta para asuntos básicos como enviar y recibir correos o fotos. Las dos motivaciones principales que expusieron los encuestados para conectarse fueron entretenimiento y contacto.
En ese mismo sentido, la Comisión de Regulación en Comunicaciones informó que, en lo que va de la cuarentena, Semana Santa fue donde hubo mayor tráfico de internet, con 545 millones de gigabytes (GB); eso es, en promedio, 2,7 % más tráfico que las demás semanas. Agrega que los días festivos (8 y 9 de abril y 1 de mayo) registraron el más alto tráfico, en promedio 4,4 % respecto a un día típico. Y que los días de menor tráfico son los lunes y martes.
“Es muy poca la gente que tiene conocimientos para educación virtual. Y hay herramientas que en el mundo se usan cada vez más y a Colombia no han llegado o apenas lo están haciendo, como el expediente judicial o la historia clínica digital”, agregó Molano.
El exministro dijo que se requieren cambios de orden nacional porque el sector de telecomunicaciones es uno de los que más impuestos paga en el país y requiere actualización constante, tanto de las redes como de equipos.