Por los delitos de feminicidio agravado y doble homicidio agravado, el Juzgado Sexto Penal del Circuito de Medellín condenó a 50 años de prisión a Alberto Roldán Torres Quiñones.
El hombre fue acusado por la Fiscalía de haber asesinado, la noche del 23 de abril de este año, a su expareja Sandra Patricia Córdoba Mosquera, de 34 años, y a los dos hijos de esta, de 10 y 13 años.
Tras ser capturado en Barbacoas, Nariño, el 26 de abril pasado, Torres Quiñones se allanó a los cargos que le imputó la Fiscalía.
La investigación
El domingo 23 de abril, hacia el medio día, la compañera del confeso homicida encontró los cadáveres al regresar a su vivienda, ubicada en un sector empinado del barrio El Pesebre, en el occidente de Medellín, y dio aviso de inmediato a la Policía.
Aunque en principio se informó que los asesinatos fueron cometidos con armas de fuego, testimonios de los vecinos dieron cuenta que ni la noche anterior ni esa madrugada se esucharon disparos en la zona.
“La música empezó a sonar a las 7:00 de la noche (del sábado) y se oía fuerte, la bulla era mucha”, dijo a EL COLOMBIANO una vecina del sector. A las 11 de la noche, el “Negro Torres” apagó el equipo de sonido.
Según los resultados de las necropsias realizadas por Medicina Legal, las muertes fueron causadas por golpes en la cabeza con objeto contundente.
En el allanamiento a la vivienda, funcionarios del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía encontraron una almadana (mazo para romper piedras) en un estanque, que fue el arma con la cual el hombre cometió los asesinatos.
Los investigadores también hallaron recibos de pago a nombre de la mujer víctima, un bolso con sus documentos personales y un chaleco antibalas.
Durante el proceso, la Fiscalía también estableció que Torres Quñones amenazó a Sandra Patricia Córdoba con hacerle daño si no retomaba la relación.
