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Space, 4 años en ruinas

Secuelas de la tragedia siguen latentes 4 años después. Esta semana se espera sentido del fallo por homicidio culposo. Le contamos en qué van los procesos.

  • Con la caída de la torre 6, quedó en riesgo de colapso la torre 5 y tocó derribarla. La Alcaldía ordenó demoler las etapas 1, 2, 3 y 4 de Space. FOTO Donaldo Zuluaga
    Con la caída de la torre 6, quedó en riesgo de colapso la torre 5 y tocó derribarla. La Alcaldía ordenó demoler las etapas 1, 2, 3 y 4 de Space. FOTO Donaldo Zuluaga
08 de octubre de 2017
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El recuerdo de la tragedia no se borra. La noche del 12 de octubre de 2013 quedó marcada en la memoria de millones de colombianos. Con el desplome del conjunto residencial Space, con más de 200 apartamentos en seis etapas levantadas en 10.800 metros cuadrados, cayeron también los sueños de un puñado de familias y la confianza de muchos compradores de vivienda.

Vea aquí el especial sobre el desplome del conjunto residencial Space

Y es que no se trataba de un asentamiento en zona de invasión o en un terreno inestable. El Space fue un proyecto urbanístico de apartamentos con precios que oscilaban entre los 210 millones y 350 millones de pesos en un exclusivo sector de El Poblado, en Medellín, junto al hotel Intercontinental.

Sus constructores, Pablo Villegas, Maria Cecila Posada y Jorge Aristizábal gozaban de una reputación indudable hasta entonces. Más de 95 proyectos y 30.000 viviendas, tiene la marca Lérida CDO. A al menos 10 urbanizaciones, de estrato medio y alto, autoridades locales les detectaron problemas estructurales.

El prestigio se les derrumbó junto a la etapa seis del edificio, colapsada aquel sábado a las 8:20 de la noche. Sepultó a 12 personas, los muertos que dejó una estela de errores, negligencias y omisiones, según una investigación de expertos de la Universidad de los Andes, contratada por la Alcaldía de Medellín en 2014.

Junto a Aristizábal, Pablo Villegas y María Cecilia Posada, directivos de la constructora, enfrentan un proceso penal por homicidio culposo.

Las secuelas

Las legales—procesos penales, administrativos y civiles (ver recuadros)— no han sido las únicas consecuencias del desplome del Space, que según la Universidad de los Andes y la Fiscalía se debió a fallas estructurales y al incumplimiento de las normas de sismorresistencia.

En total, 106 familias de las etapas 1, 2, 3, 4 y 5 del Space debieron salir de sus apartamentos la misma noche del colapso. Un día antes, el 11 de octubre de 2013, el Dagrd, máximo organismo de prevención de emergencias y rescate en Medellín, ordenó la evacuación inmediata de la fase 6 a 22 núcleos de personas. Esa decisión los salvó de morir.

Felipe Muñoz, que vivía en la torre 5, un apartamento que adquirió con sus ahorros, recuerda que le habían llegado los rumores de que la estructura estaba debilitada, pero no creyó que se iría abajo tan pronto.

Luego pasó casi un año pagando rentas, con auxilios de la constructora, mientras le reconocían lo que invirtió. Ahora exige que la acción de la justicia sea implacable.

“En este país es muy difícil tener certeza respecto de las instancias de justicia. Hay tanto que puede interferir en la toma de decisiones, que al final no estoy seguro de que lo que se haga sea a favor de los habitantes y que se defina un resultado lógico de condena con todo el rigor a los responsables”, apunta Muñoz.

Renunciaron a la plata

Los familiares de 11 de las 12 víctimas aceptaron una reparación económica por parte de la constructora, y de esa manera concluyeron esos procesos penales. De otro lado, los parientes de Juan Esteban Cantor, el único habitante que murió en el desplome del edificio, decidieron seguir adelante con las demandas. El resto eran empleados de la constructora y vigilantes de la urbanización.

Sin importar la prolongación del drama, Ángela Cantor, hermana de Juan Esteban, comenta que su vida y las de su padre y madre, cambió tras el hecho. No aceptaron precluir el caso a cambio de reparación económica por parte de la constructora, a pesar de las dificultades que les implicaba.

“A Villegas no les importaba la gente. Solo ganar dinero echándole la bendición a un edificio que no se iba a sostener”, afirma.

Los Cantor, que tienen en curso las demandas contra curadores, constructores, calculista y el Municipio, recibieron de Lérida CDO el pago de su apartamento, pero renunciaron a una reparación por la muerte de Juan Esteban, quien la noche del desplome de la torre entró al parqueadero de la unidad y estacionó justo en la zona, que segundos después, cayó sin darle tiempo de salir.

Ellos (los Villegas) querían silenciarnos, pero emprender el proceso penal también fue un aporte para que dejaran de engañar a otras personas construyendo mal. Esa es la manera de dignificar a Juan Esteban. Ahora estamos tranquilos, aunque la espera ha sido mucha”, acota.

El caso de Cantor, comunicador social de la Universidad Eafit, de 24 años, se convirtió en símbolo de una lucha legal de un proceso que esta semana ajusta los mismos 4 años de la tragedia, y del que se espera, entre mañana y el martes, surta un sentido de fallo judicial.

12
personas murieron por el desplome de la etapa 6 del edificio Space.
30
propietarios siguen sin acordar pagos con la constructora. 18 sí lo hicieron.

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