Una nueva voz se escucha ante la situación que atraviesa EPM: los directivos de la empresa. Este sábado dirigieron una carta al gerente general de EPM, Álvaro Guillermo Rendón, para expresar su preocupación.
Inicialmente, aclaran que las “prácticas de Gobierno Corporativo para la toma de decisiones (...) tienen grandes beneficios para la sostenibilidad de nuestra organización”, y en ese sentido, argumentan que, en su criterio, “se está dando un mensaje de incumplimiento a este sistema de Gobierno Corporativo, al tener una intervención directa del señor alcalde (de Medellín, Daniel Quintero) en la administración de la empresa, omitiendo en cierta medida lo establecido”.
Al respecto, citan el acuerdo Marco Capítulo 2, Numeral 2.1.1: “En calidad de representante del dueño, enmarcar su actuación frente a EE.PP.M. E.S.P. exclusivamente a través de la junta directiva, en su función de presidente de la misma, y teniendo en cuenta que este es el máximo órgano de administración de la entidad”.
Los directivos se manifiestan tras el nombramiento de los primeros miembros de la nueva junta directiva: Jorge Iván Palacio, expresidente de la Corte Constitucional y Sandra Suárez, gerente de la Revista Semana, ya que Alberto Preciado, integrante de varias juntas directivas, recientemente declinó el ofrecimiento de participar. Los nombres fueron anunciados el viernes por el alcalde Quintero, pues el pasado martes, ocho de los miembros de la junta anterior renunciaron: “Señor alcalde (...), al no estar de acuerdo con el actual manejo que se le viene dando a temas tan fundamentales para el presente y futuro del Grupo EPM y el reiterado desconocimiento a la junta directiva, nos vemos obligados a presentar nuestra renuncia como miembros de esta”.
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En este contexto, la carta, que se atribuye a la “mayoría de los directivos de EPM”, subraya que la coyuntura actual “somete al Grupo EPM a riesgos inconmensurables”, como la reducción de la calificación crediticia de la empresa, que -explican- “podría generar incremento en el costo de la deuda para EPM”.
También indican que si continúa esta inestabilidad para la compañía y la “pérdida de credibilidad de los públicos externos”, se podrían terminar activando cláusulas aceleratorias de algunos créditos, “lo que implicaría tener que prepagarlos”.
“El cierre del mercado financiero nacional e internacional para futuras colocaciones de bonos, desembolso y firma de créditos, operaciones de cobertura y otorgamiento de garantías necesarias para la operación de los negocios, serán efectos que han de ser considerados”, agregan.
Y anotan que las restricciones de acceso al mercado nacional e internacional de capitales “comprometerían a su vez la ejecución de nuestros planes de inversión”.
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Por estas razones y ante lo que llaman “enorme riesgo reputacional y financiero”, los directivos reclaman respeto por la institucionalidad e invitan al gerente, al alcalde -como presidente de la junta directiva-, y a los nuevos miembros de dicha junta, “para que sus acciones y decisiones se enmarquen dentro de los procedimientos y prácticas establecidas en el Sistema de Gobierno Corporativo”.
En su opinión, el respeto por lo establecido será clave para superar este momento, que califican como “una de las situaciones más complejas que ha enfrentado la organización en toda su historia”.
En esa línea, los directivos destacan la importancia de cumplir los procedimientos establecidos para nombrar a los nuevos miembros de la junta directiva, “garantizando su independencia e idoneidad”.
“El talento humano de la empresa sigue comprometido con su trabajo en pro de prestar los mejores servicios públicos y aportar con ello a la sostenibilidad de la empresa y todos sus grupos de interés”, se agrega al final de la carta.
Los directivos concluyen su comunicación recomendando escuchar las propuestas que hagan los órganos internos del gobierno de EPM para superar estas circunstancias, y solicitan recibir información veraz y oportuna sobre la situación de la empresa.
Quintero ha aclarado a través de Twitter que solicitará “revisar el Gobierno Corporativo para ajustarlo a las mejores prácticas internacionales, defendiendo siempre los intereses de EPM con independencia, honestidad y transparencia”. Por su lado, la calificadora de Fitch Ratings modificó la nota de EPM de BBB a BBB- y mantuvo una perspectiva negativa, pues, dice, “se incrementó la intervención del dueño de EPM, la ciudad de Medellín, en el manejo de la compañía, lo que representa un deterioro de los controles del gobierno corporativo en la empresa”. A su vez, el gremio de Administradoras de Fondos de Pensiones y Cesantías (Asofondos) advirtió que “esta declaración unánime de ocho de los nueve miembros de la junta, en la que se menciona que las decisiones las está tomando el Sr. Gerente de EPM sin discutirlas con la junta, deteriora la credibilidad de los inversionistas”.
Este diario confirmó la autenticidad de la carta con la presidenta de Sinpro (Sindicato de Industria de Profesionales de EPM y UNE), que difundió la comunicación a través de su cuenta oficial de Twitter. “Nuestros directivos se pronunciaron a través de Sinpro, el sindicato que los representa”, afirmó Olga Arango, presidenta del sindicato.
Arango aclaró que la carta fue firmada por trabajadores oficiales como vicepresidentes, gerentes, directores, jefes de unidad y de departamentos (mandos medios). “Los directivos de EPM, representados en su sindicato Sinpro, solicitan al gerente general y al alcalde el respeto por el Gobierno Corporativo de EPM”, reiteró Arango.
Su carta deja claro que ellos, los directivos, quieren también hacer parte de la solución.