En el cruce la avenida La Playa con El Palo, el artista Hugo Báez Bedoya expuso sus obras al óleo, acrílico y brea, mientras se quejaba porque la cuarentena lo tuvo al borde de la inanición. Las pinturas cambiaron el paisaje gris del asfalto, mientras que a su alrededor los espectadores empezamos a recordar una sensación que ya se había perdido en el centro de Medellín: esa incómoda impresión de estorbarle a los demás si uno se queda quieto en la acera.
La vida en el corazón de la metrópoli comenzó a bombear con más fuerza esta semana, con la supresión del pico y cédula y la apertura de nuevos sectores económicos y de la vida social, como los restaurantes, gimnasios y rutas aéreas. Esto significó más clientela para los comerciantes y artistas callejeros que, como Hugo, ansiaban verla desde hace cinco meses, cuando la covid-19 nos obligó a encerrarnos.
EL COLOMBIANO recorrió en la mañana de ayer varios puntos clave de la ciudad, para observar la respuesta de la gente a la “nueva normalidad”. Algunos transeúntes indicaron que hubo vagones del metro atestados de gente, sin respetar la distancia social.
En la estación San Antonio hablamos con Jaime Ortiz, coordinador de Procesos de la Gerencia Social del Metro, quien recordó que tanto en los vagones, como en el metroplús y metrocable, solo se permite el 35 % de ocupación.
“Seguimos haciendo el llamado a la corresponsabilidad y autocuidado, los usuarios en general cumplen las medidas preventivas y nuestros controles hacen que llevar esa situación sea más fácil”, indicó.
El sistema metro está operando con el 100% de sus vehículos, con una frecuencia entre tren y tren de 3:30 minutos, y entre tranvías de 4:30.
Ya abrieron la estación Alpujarra (de lunes a sábado) y se espera el aval del Gobierno para incrementar la ocupación al 50% en horas pico.
Resurrección empresarial
En La Playa con Girardot conversamos con Carlos Pineda, director ejecutivo de Fenalco Antioquia. Dio un vistazo a los locales del sitio, a los abiertos y con clientes, y a los vacíos y con avisos de “se arrienda”. Contó que de las 5.000 empresas afiliadas de la agremiación, cerca del 20 % no sobrevivió al aislamiento obligatorio, en particular las pequeñas y medianas compañías de turismo, eventos, transporte intermunicipal y comercio.
Expresó que, según el Dane, en julio el desempleo en Medellín llegó al 24,7%, lo que significa que uno de cada cuatro habitantes no tiene trabajo. “Tenemos expectativa para impulsar una recuperación en septiembre, con el Día del Amor y Amistad, y en octubre, con Halloween. Eso nos permitirá mover la caja y los inventarios”, narró.
A su juicio, si el eventual rebrote del coronavirus no genera otra cuarentena, “esperamos lograr un punto de equilibrio, ya no ganancias, pero al menos recuperar la actividad empresarial. Ojalá no volvamos a tener que implementar esas estrategias 4 por 3 o 5 por 2, que nos afectaron bastante los fines de semana”.
El secretario de Desarrollo Económico de Medellín, Alejandro Arias, informó que la apertura de más de 170 gimnasios reactivó 10.000 empleos, que se suman a los 90.000 que regresaron a la vida con el sector gastronómico.
Tímida respuesta
A pesar del impulso, la respuesta de los clientes fue tibia en esos dos sectores de la vida social. En el gimnasio Smartfit de La 10, en El Poblado, a las 11:00 a.m. solo habían cinco “gomosos”. Eso sí, con la misma disciplina que entrenaron, acataron el protocolo y, sin importar el estorbo, sudaron con el tapabocas puesto.
Lo más agitado que sucedió fue la llegada de una patrulla con las sirenas encendidas. No fue para sancionar a nadie, sino para averiguar un plan de entrenamiento; y por como les ceñía el uniforme, los agentes lo necesitaban. Nada que ver con la fiebre de ejercicio, “tipo inicio de año”, que algunos pronosticaron.
Algo similar pasó en los restaurantes de la vía Primavera, Provenza y Manila, donde la afluencia de comensales fue escasa al mediodía. Andrés Galeano, director de Operaciones del Grupo Triada, dueño del restaurante bar 37Park, afirmó que la gente acató las medidas sanitarias y el aforo del 30 %.
Agradeció a las autoridades por la reapertura, pero pidió que, para lograr la verdadera recuperación, se aprueben los horarios extendidos (sin toque de queda) y la venta de licor. “En los primeros dos días de apertura generamos 20 empleos”, dijo, y añadió que en la peor época del virus se perdieron 50.
Ninguno de los entrevistados quiere revivir aquella época, ni siquiera Hugo. Entre sus lienzos hay paisajes y bodegones, pero ninguno refleja la angustia por una enfermedad que silenció a Medellín.
- “¿Por qué no te inspiraste en eso?”, le preguntamos.
- “Lo quiero olvidar, la pandemia me hizo sentir triste, como un perro”, se lamentó.
170
gimnasios de Medellín volvieron a la atención personalizada: Alcaldía.